moscú - Con un proceso que hace gala de la transparencia, escarmentado por los escándalos en la elección de Rusia y Catar, el Congreso de la FIFA elegirá mañana entre Marruecos y Norteamérica para organizar un Mundial de 48 selecciones, dentro de ocho años.

Esta vez votarán 207 delegados de federaciones, salvo los de los cuatro implicados (Canadá, Estados Unidos y México, por un lado, y Marruecos, por el otro), y no los 22 miembros del Comité ejecutivo, como ocurrió cuando las candidaturas rusa y catarí se hicieron con la organización de los Mundiales de 2018 y 2022, en una polémica elección que terminó provocando la caída de Blatter.

Las medidas aprobadas por el Consejo de la FIFA, el órgano que sustituyó a aquel comité ejecutivo, han ido destinadas a “garantizar la integridad” de todo el proceso que, a su vez, sometió su informe a una auditoría externa. Esa puntuación se hizo pública y el trámite final ha sido la aprobación por el Consejo de las dos propuestas.

Superados todos esos requisitos, Marruecos y la candidatura norteamericana llegan a la meta, aunque no sin polémica, porque desde el país magrebí siempre se ha acusado a la FIFA de favorecer a sus rivales y la intervención de Donald Trump en el proceso ha aumentado la tensión. Alarmado por la posibilidad de que África votase en bloque a favor de los marroquíes, Trump “advirtió” por un tuit el 30 de abril que Estados Unidos consideraría una traición no recibir el apoyo de aquellos que son sus aliados. - O. González