gijón - La plantilla del Sporting se ampara en la complicidad de El Molinón para superar la eliminatoria ante el Valladolid, en contra tras el 3-1 de la ida, lo que obliga a los gijoneses a ganar como sea, en un duelo de ascenso a Primera, en el que los visitantes tendrán como novedad a Míchel Herrero en su alineación. Los futbolistas recuerdan que el 2-0 es uno de los resultados que más veces se dio esta temporada jugando como locales, por lo que confían en poder dar la vuelta al marcador, en un campo que se espera registre una gran entrada de una afición que ha apoyado al equipo desde el inicio. Sin embargo, el Sporting está inmerso en una crisis de juego y resultados que le ha llevado a perder cinco de los últimos seis encuentros disputados y que además encajó goles en los siete últimos por lo que, de no mantener la portería a cero ante el Valladolid, se vería obligado a marcar tres goles para no quedar eliminado.

El Valladolid, que se ha mostrado letal en sus dos últimos partidos en el José Zorrilla, contará en el dúo formado por Hervías y Mata uno de sus principales argumentos. “Este es el partido de la temporada”, advirtió ayer el técnico del Sporting, Rubén Baraja. “Necesitamos que El Molinón sea una caldera incluso desde antes de que arranque el partido, cuando se da el vínculo afición-equipo esto funciona”, añadió.

El Valladolid llega con una interesante renta que conservar, aunque esto no parece el objetivo del conjunto pucelano. “No vamos a especular con el resultado, vamos a afrontar el partido exactamente de la misma manera que lo hemos hecho desde que llegamos y que nos ha venido tan bien”, dijo ayer el entrenador del Valladolid, Sergio González. “Ellos saldrán fuerte. Nosotros haremos lo mismo”, continuó. “Llevamos muchos partidos jugando finales y eso nos sirve de aprendizaje. No tememos a nada”, terminó. - Efe