Friburgo - A Michael Matthews, el bling-bling australiano, lo de ganar por un segundo -a esa distancia efímera se quedó el pasmo de Tom Bolhi (BMC), Primoz Roglic (Lotto NL) y Rohan Dennis (BMC) en Friburgo- le pareció una eternidad porque no sabía lo que era vencer este curso. Demasiado tiempo de barbecho. “Tal vez ha sido una sorpresa. En Lieja estuve bien y estoy muy contento de ganar este prólogo. Espero disfrutar de mi primera victoria de la temporada y mañana (por hoy) será otro día, no descarto nada pero el recorrido no es el mejor para mí”, expuso el de Canberra. Un segundo es mucho o poco según a qué se dedique uno. Para un relojero, un segundo le da sentido a la vida y alimenta el engranaje de la maquinaria que reparte segundos y tiempo. En el Tour de Romandía (Suiza), donde los relojes dan cuerda a la economía, a Michael Matthews, de profesión velocista, el segundo con el que conquistó el prólogo de la carrera le supuso un triunfo comodísimo, al nivel de un chaise longue, esos sofás que estiran el estampado para alargar la pereza, construidos para anestesiar la siesta y convertirla en sueño.

Porque para un tipo que vive de la velocidad, para un esprinter, un segundo es demasiado, un derroche, un dispendio, algo ajeno a su latido. Acostumbrados a ganar o perder en la selva de los parpadeos, entre codos afilados y centésimas, un segundo es un lujo asiático que no merece mayores honores, aunque sí el liderato. En un prólogo de 4 kilómetros, un fogonazo con su tramo de bajada, adoquín en subida y alguna curva en la que hacer eslalon, Matthews, enfundado en un diseño Etxeondo donde resbala el viento, dinamitó el crono. El australiano, pura potencia, derribó la frontera que impuso la actuación de Bolhi, un suizo en Suiza en un equipo patrocinado por una relojera del país. Hubiese sido la victoria del tiempo, el ajuste perfecto, una conjunción astral magnífica para una campaña publicitaria.

Matthews rompió el encanto entre las calles de Friburgo, que también vieron pasar como un avión a Primoz Roglic, el hombre pájaro. El campeón de la Itzulia, especialista en asuntos del cronómetro, se quedó corto. Un mísero segundo le dejó sin gozo. Como a Bohli y Dennis, ambos compañeros de equipo. Más lejos de ese suspiro o de tanto tiempo en la escala Matthews, flotaron los que están llamados a competir por el cetro de la carrera. El británico Geraint Thomas (Sky) fue el primero de los favoritos de la general con un sexto puesto a cinco segundos del ganador. Gorka Izagirre (Bahrain) boxeó con solvencia entre los mejores y finalizó en décima posición, a nueve segundos del australiano, que no había vencido desde que lo hiciera en una de las etapas del pasado Tour de Francia. “He tenido un principio de temporada complicado. Las cosas se pusieron difíciles con mi fractura de hombro, pero finalmente siento que las cosas están volviendo a su sitio. Realmente disfruto las cronos, especialmente estas en que puedo usar mi potencia”, apuntó el australiano en Friburgo, donde la hora la marcó el tic de Matthews.

Primera etapa

1. Michael Matthews (Sunweb)5:33

2. Tom Bohli (BMC) a 1’’

3. Primoz Roglic (LottoNL)m.t.

10. Gorka Izagirre (Bahrain)a 9’’

12. Jonathan Castroviejo (Sky)a 11’’