AUSTIN - Duelo, rivalidad, cruces, adelantamientos, toques... De todo ello se ha hablado entre el Gran Premio de Argentina y el de Las Américas. Un monólogo que acrecentaba el interés de la siguiente cita del Campeonato Mundial de MotoGP. El hervidero que ha sido este tiempo de entre guerras no ha afectado en nada al desarrollo de la tercera prueba del calendario, un témpano. A Marc Márquez le duró la competencia lo que le apeteció. “Mi estrategia era salir y apretar”, expresó a la postre. Cuando este chico dice “apretar” y se encuentra en el contexto de Austin se refiere a no tener sombra, a desbrozar la competencia como tractor abre camino por el campo de espigas. Además, el cachondo de él aseguró que como “no tenía mucha confianza para la lucha cuerpo a cuerpo”, trató de eso, de “apretar” para aislarse, para erradicar la rivalidad, para despejar el camino hacia la gloria creando un proceso de paz a golpe de acelerador. Nadie puso seguirle, ni tan siquiera intimidarle. Si acaso, Andrea Iannone, durante apenas cuatro vueltas. Efímero. Eso fue todo lo que encontró Márquez en su victoriosa senda en Texas, donde cuenta sus concursos por triunfos: seis de seis.

Márquez fue rebajado a la cuarta plaza de salida a pesar de firmar la pole por entorpecer a Viñales en la tanda de calificación sabatina. Pero visto lo visto, esto únicamente sirvió de estímulo para Márquez, que accedía a la primera curva en segunda posición e instantes después ya asomaba en el liderato. No se había agotado el primer abrazo al circuito texano cuando el catalán estiraba el grupo sin coartada. Sin alivio. Implacable. De hecho, su estirón liquidaría la competencia por las posiciones de podio. Transformó la cita en anodina, en un tren chú-chú en el que los pilotos parecían separados por conexiones invisibles. Para Márquez fue un mero trámite. Porque fue un “sígame quien pueda” y atendieron a la propuesta Iannone, que llegó a meterle la rueda a Márquez para copar durante unos metros la carrera, Viñales y Rossi, con el gancho al cuello. Incapaces de seguir la estela de Márquez, extraterrestre en ambiente terrenal.

La diferencia del sheriff de Texas escaló hasta los 6 segundos sostenidos, hasta los casi 8 al alcanzar la última vuelta; luego se dejaría ir en la recta de meta. Viñales, que logró rebasar a Iannone para afincarse en la segunda plaza, avistaba con catalejo a Márquez, con el único objetivo de mantener la concentración para consolidar el resultado sobre el que pisaba, el primero accesible para humanos. Detrás, Iannone no gozó de mayores aspiraciones. Facturó la más que digna tercera plaza, justo por delante de Rossi, cuarto sin opciones de más.

La emoción viajaba a la zaga, donde pilotaba el nuevo líder del campeonato con independencia del resultado de Márquez. El reinado se debatía entre Crutchlow y Dovizioso. Ambos pujaban por el quinto lugar en un colectivo en el que también rodaban Zarco y Pedrosa, este venido a menos a medida que se multiplicaba el dolor de su mano recién operada para claudicar en la séptima posición.

En esa refriega por el quinto lugar, Crutchlow cometió un exceso y se fue al suelo en la vuelta 12 de las 20 pactadas. Fue un acto de insensatez porque no aspiraba a más y, con media carrera por disputarse, no plantó paciencia. La que sí atesoró Dovi para asegurarse el quinto peldaño y el liderato de MotoGP. El italiano tiene presente que la hoja de ruta de su candidatura por la corona de la categoría reina pasa por la regularidad. Dicen que un campeón se forja en los días nublados, los aciagos, no cuando todo marcha perfecto. Ayer el italiano mantuvo la calma, la prudencia y sumó; ya llegarán nuevos trazados en los que asestar diferencias con su potente Ducati, ayer titubeante en el bacheado y polvoriento circuito. ¡Qué se lo pregunten a Lorenzo!, undécimo como fue el mallorquín, inmerso en un calvario que se prolonga demasiadas carreras en las que cobra valor el trabajo de Dovi, que se mece sobre la cúspide de la clasificación, un punto por encima de Márquez, que amasó su primera victoria del curso, la número 62 de su trayectoria deportiva -36 de MotoGP en 93 carreras-, e impuso un estado de paz, principalmente porque nadie fue amenaza para sus anhelos de conquista.

El mejor resultado de lecuona En Moto2, el italiano Francesco Bagnania se adjudicó la victoria y se alzó como nuevo líder del campeonato tras batir en duelo a Alex Márquez, segundo. Mientras, Iker Lecuona, valenciano de nacimiento e hijo de padres irundarras, firmó a sus tiernos 18 años -segundo piloto más joven de la parrilla- el mejor resultado de su trayectoria en el Mundial: fue quinto.

Gran Premio de Las Américas

Marc Márquez (Honda)41:52,002

Maverick Viñales (Yamaha)a 3,560

Andrea Iannone (Suzuki)a 6,704

4. Valentino Rossi (Yamaha) a 9,587

5. Andrea Dovizioso (Ducati) a 13,570

6. Johann Zarco (Yamaha) a 14,231

Campeonato del Mundo

1. Andrea Dovisioso (Ducati)46

2. Marc Márquez (Honda)45

3. Maverick Viñales (Yamaha)41

4. Cal Crutchlow (Honda)38

5. Johann Zarco (Yamaha)38

6. Andrea Iannone (Suzuki)31

Gran Premio de Las Américas

1. Francesco Bagnaia (Kalex) 39:30,016

2. Alex Márquez (Kalex) a 2,464

3. Miguel Oliveira (KTM) a 3,704

Campeonato del Mundo

1. Francesco Bagnaia (ITA) 57 puntos

2. Mattia Pasini (ITA) 47

3. Alex Márquez (ESP) 47

Gran Premio de Las Américas

1. Jorge Martín (Honda) 39:12,869

2. Enea Bastianini (Honda) a 1,451

3. Marco Bezzecchi (KTM) a 4,112

Campeonato del Mundo

1. Jorge Martín (ESP) 55 puntos

2. Arón Canet (ESP) 48

3. Marco Bezzecchi (ITA) 43