Bilbao - Jon Rahm ya vela armas para su segunda participación en el Masters de Augusta, para la segunda ocasión en que enfile Magnolia Lane de camino a la casa club de uno de los templos del golf mundial. Su temprana eliminación en el Mundial Match-Play le permitió, en la parte positiva, enfocar con más tiempo su preparación del primer major del año. El de Barrika tiene una cuenta pendiente con los grandes, de los que el año pasado no salió satisfecho, y el mítico torneo de la chaqueta verde es la primera oportunidad de demostrar que también está hecho para las citas de mayor trascendencia. A decir de muchos, entre ellos Eduardo Celles, el próximo jueves empezará “el Masters mejor y más abierto de los últimos años”.
El abanico de favoritos es muy amplio y entre ellos está Rahm, pese a que sus últimos resultados no hayan sido satisfactorios, sobre todo en el marcador final. Porque la persona que ha moldeado y guiado al número 3 del mundo durante todos estos años y a la que recurre cada vez que hay un problema o alguna duda de tipo técnico está convencido de que el juego del vizcaino sigue estando ahí. Al margen de la última cita, que se juega en la modalidad de hoyos ganados, el de Barrika ha firmado 21 vueltas bajo par de las 24 que ha disputado en lo que va de año en el formato tradicional. Por eso, Celles no duda de que “si se juntan todos los astros y hace bien todos los golpes, Jon va a estar arriba en el Masters seguro. Porque está muy motivado y con muchas ganas y creo que el campo se le da bien”.
La semana pasada Rahm quedó fuera del WGC Match-Play en la fase de grupos, pero su entrenador cree que “jugó bien a nivel general, aunque no estuvo muy acertado con el approach y eso le penalizó”. El de Barrika no llegará al Masters con el espectacular bagaje de resultados de su debut, esa explosión que le lanzó al estrellato, pero su entrenador recuerda que “sigue estando arriba y en todos los torneos, salvo el último, ha llegado al último día con posibilidades de ganar”. Si no lo ha hecho ha sido, evidentemente, por méritos de sus rivales y porque Jon Rahm “no esconde nada, arriesgas y sale siempre a ganar. Si va quinto, no trata de conservar no asegurar. Eso tiene la doble cara: si te sale bien ganas, si no vas un poco más atrás de lo que debes”.
Esta semana se está jugando el Houston Open, en el que el vizcaino acabó décimo el año pasado, pero en esta ocasión ha preferido saltárselo para tratar de “llegar más fresco. El año pasado le pasó factura y acabó cansado. El último día casi no podía con la cuesta del 18 de Augusta”. En su primer año en la élite, llegó al Masters tras enlazar cuatro torneos entre los diez primeros, pero también con un excesivo estrés competitivo. Ahora, Rahm ha querido descansar la semana anterior al Masters y trabajar en su juego sin la presión de los resultados. Estuvo unos días con su caddie para preparar la cita de Augusta y una vez allí jugará las habituales rondas de práctica junto a Phil Mickelson, cuyos consejos siempre estima valiosos el golfista de Barrika.
Eduardo Celles explica que en estos días de espera hasta que arranque una nueva edición del primer major del año solo hay que incidir en las cuestiones básicas del juego, sin dejarse llevar por un exceso de celo. “En el tema mental, Joseba del Carmen ya le habrá dicho lo que hacer y aquellos aspectos a trabajar. Y en la técnica, se trata de jugar el campo y recordar los hoyos, aunque Jon tiene muy buena memoria y seguro que se acuerda de todo lo que le ocurrió hace un año, los errores y los aciertos”, expone el entrenador de
Sus resultados
TorneoPuesto
Sentry Tournament2º
CareerBuilder1º
Farmers Insurance29º
Waste Management11º
AT&T Pebble Beach26º
WGC México20º
WGC Match-Play52º
21
vueltas bajo par de las 24 totales ha jugado hasta ahora Jon Rahm en los seis torneos que ha disputado en el formato tradicional en lo que va de año
Rahm, que recuerda que el año pasado “llegó a ir entre los diez primeros y tendrá muy claro aquello que falló y que le costó golpes”. Una vez en el campo del Augusta National, “incidirá mucho en el juego corto, en los golpes de recuperación, que es lo que más ha trabajado conmigo en los últimos meses. Creo que va a ser una de las claves. Si le funciona el approach, puede estar para ganar porque en lo demás está a punto”.
Hay muchos campos complicados en el mundo, probablemente más que Augusta, pero este arrastra una leyenda que habla de rincones especiales, de que cada año guarda secretos que hay que descifrar. Por eso, cuanta más veces se juegue, menos posibilidades de verse sorprendido. “Augusta tiene calles más anchas de lo que parece por lo que la salida de tee no es demasiado difícil. Lo más complicado son los golpes de green, sobre todo dependiendo de cómo esté la bandera. El 16, un par 3, es muy duro por eso y otros pares 5 en los que interviene el agua también te castigan si te pasas de bandera. Por eso la clave son los golpes alrededor de green”, indica Eduardo Celles.
la presión del número 1 No es fácil plantarse en el Masters, ni en un major, y ganar a la primera. Lo sabe bien Sergio García, que tuvo que jugar 74 para estrenarse el año pasado en Augusta. Jon Rahm llega por segunda vez al primer grande del año con todas las expectativas porque, además, lo hace con la posibilidad, otra vez, de ser número 1 del mundo. Este hecho le puso una presión excesiva en los primeros torneos del año, algo que también le ocurrió, según él mismo confesó, a Justin Thomas la semana pasada en el Mundial Match-Play de Austin. Manejar esa tensión añadida en un deporte que requiere de la máxima precisión y concentración cada vez que uno se pone delante de la bola no es sencillo, sobre todo para jugadores que acaban de llegar a la élite y se les presenta una oportunidad inesperada.
Sin embargo, Eduardo Celles piensa que las prioridades son otras. “Estas pasada navidades le dije a Jon que lo importante no es ser número 1, sino ganar grandes. Nadie se acuerda de quién era el número 1 en 1998, pero sí de quién ganó el Masters. Ganar un grande es lo que te hace grande. Mira el caso de Sergio, que deja claro lo difícil que es. Lo que te da el caché, el prestigio como jugador, es ganar un major. Jon tiene solo 23 años y estoy convencido de que si gana el primero pronto va a ganar unos cuantos, media docena seguro”, reflexiona.
Jon Rahm partirá como uno de los favoritos. “Si tuviera que elegir un ganador europeo ahora mismo escogería a Jon”, asegura el analista Rich Beem, que disputó cinco Masters de Augusta. En las últimas apuestas le colocaban al de Barrika entre los diez principales aspirantes a la chaqueta y Eduardo Celles lo toma como normal porque Rahm “es muy completo” y puede mover la bola en ambas direcciones. Pero, insiste, “se nos presenta uno de los mejores Masters de los últimos tiempos”.
Phil Mickelson acaba de ganar de nuevo tras cuatro años y medio. Tiger Woods ha estado arriba en los últimos torneos, Rory McIlroy ha vuelto a ganar también, lo mismo que Bubba Watson, que casi se paseó en las rondas finales del Mundial Match-Play y suma ya dos triunfos este año. “Y luego están todos los jóvenes y va a ser un torneo de un grandísimo nivel. El favorito para mí es Jon Rahm, va a estar arriba seguro. Pero no hay que olvidar a Sergio García, a Dustin Johnson, que el año pasado no pudo jugar, y a otros que juegan un montón al golf y con los que no se suele contar, pero perfectamente puedan dar la sorpresa, como ya ha ocurrido a veces en Augusta”, repite Eduardo Celles.
el factor ryder Aún quedan casi seis meses, pero ya se empieza a notar en los campos el deseo de muchos jugadores de meterse en los equipos de la Ryder Cup. Desde luego, el Masters proporcionará un buen botín de puntos. Celles coincide en que “este año en todos los torneos se va a ver a buenos jugadores con ganas de coger puntos porque todo el mundo quiere jugar la Ryder Cup, es un sueño”. Eso se puede notar en que “algún jugador con más experiencia sí puede jugar un poco más conservador” con el fin de proteger una valiosa posición y llegar a París en septiembre, “pero los jóvenes como Jon van a jugar a ganar y se va a ver un bonito golf”.
El caso es que Jon Rahm vuelve a contagiar ilusión y ambición a todo su entorno. Consolidado como uno de los principales referentes actuales del deporte vizcaino y vasco, el golfista de Barrika prosigue su camino en busca de un triunfo que significaría mucho para su entrenador de toda la vida: “Para el deporte de Euskadi sería una pasada tener de nuevo un ganador del Masters, como lo fue Txema Olazabal”. Eduardo Celles, que sigue trabajando en la formación de nuevas figuras en su academia y en la nueva escuela de Meaztegi Golf, conoció las aspiraciones y los objetivos de aquel chaval que descargaba toda su potencia descontrolada a través de un palo de golf y lo tuvo que pulir hasta lo que es ahora. “Para mí, el favorito para ganar el Masters es Jon Rahm”. Dicho queda...