DONOSTIA - Los clubes de fútbol Elgoibar e Idiazabal se ratificaron en su versión sobre la actuación de un árbitro andaluz que, según sostienen, prohibió hablar euskera durante el partido entre ambos equipos y dieron por “zanjada” la polémica.
Los dos clubes hicieron público ayer un comunicado conjunto en el que aclararon que no firmarán ninguna carta en la que se establezca que “malinterpretaron” las palabras del colegiado Manuel Sarrión antes del partido de Regional Preferente del pasado sábado.
Según denunciaron estos dos clubes, el árbitro onubense, colegiado en Gipuzkoa desde noviembre, advirtió a los dos equipos de que expulsaría a cualquiera que se expresara en euskera durante el choque, ya que él no conocía la lengua y no podía distinguir si alguien le insultaba.
La versión del trencilla, apoyado por el Comité Técnico de Árbitros de Gipuzkoa, sostiene que únicamente solicitó que se dirigieran a él en castellano, porque no entiende euskera, pero en ningún momento prohibió que jugadores y técnicos se comunicaran entre ellos en euskera.
Los representantes del estamento arbitral y los presidentes de los dos clubes se reunieron en la Federación Guipuzcoana de Fútbol con la intención de zanjar la polémica, pero la propuesta de firmar una carta conjunta no prosperó.
Los dos clubes han explicaron ayer que no suscribirán un documento en el que se establezcan que se malinterpretaron las palabras del árbitro, del que aseguran que “se equivocó y no lo quiere reconocer”. El Idiazabal y el Elgoibar expresaron su “máximo respeto al colectivo arbitral” porque saben que “arbitrar no es fácil” y se han comprometido a “defender a los árbitros ante cualquier acto no deportivo”. - Efe