san diego - Jon Rahm llega hoy a una dimensión desconocida, a un escenario que no podía imaginar hace solo unos meses. El golfista de Barrika saldrá en el Farmers Insurance Open como defensor del título por primera vez en su carrera profesional. Será en Torrey Pines, el lugar donde en 2017 dejó uno de los mejores golpes del año, ese lejano putt para eagle en el hoyo 18 que le permitió acabar con la emoción del último día, estrenar su palmarés como profesional y abrir de par en par las puertas de todo lo que ha venido después. El reto mental de esta semana será, por tanto, el mayor que ha afrontado Rahm hasta ahora porque, además, sabe que si gana de nuevo el Farmers Insurance será el número 1 del mundo.
Sale, como ya viene siendo costumbre, entre los favoritos, ahora con más razón que nunca. Aislarse de todo eso, dejarlo a un lado cuando se ponga hoy a partir de las 19.30 horas en el tee del hoyo 1 del Campo Sur de Torrey Pines junto a Jason Day y Brandt Snedeker -un partido que reúne a los tres últimos ganadores del Farmers Insurance-, debe ser el objetivo del golfista vizcaino porque el juego lo tiene. En sus tres últimas apariciones en competición, con las vacaciones por medio, Jon Rahm suma dos victorias en Dubai y La Quinta y un segundo puesto en Kapalua. El play-off que le ganó a Andrew Landry en el CarrerBuilder ha reforzado su confianza, pero lograr dos triunfos seguidos en el PGA Tour es algo muy complicado. Más aún cuando el torneo se disputa en el campo más largo de todos los que acogen el PGA Tour y uno de los más duros. “La diferencia con el año pasado es que ahora sé que puedo ganar aquí porque ya lo he hecho antes”, afirma el de Barrika, que confía en su drive para lidiar con un par 72 de calles estrechas y áreas de hierba muy densa y mejorar sus registros con el putt respecto a su último torneo. “Espero que no tener que hacer 30 golpes en los últimos nueve hoyos para ganar, como el año pasado”, añade.
Para descargarse de presión le ayudará el hecho de que hoy y mañana en el partido que irá por detrás del suyo juegue Tiger Woods. El regreso de la estrella californiana a la competición oficial ha eclipsado todo en Torrey Pines, aunque muchos lo agradecerán. Jon Rahm tiene que volver al equilibrio tras las emociones vividas en el CareerBuilder y centrarse en su juego. Al final, él es dueño de su destino porque llegar al número 1 del mundo puede ser solo cuestión de tiempo. Porque si hay algo que aprendió de su última victoria es que “siempre quiero depender de mí mismo. Ese rato de esperar una vez que había acabado mi vuelta y mirar si Landry metía el putt, o lo mismo en el segundo hoyo del play-off, son de las peores sensaciones que he tenido en mi vida. No se pasa nada bien dependiendo de otros. Es muy estresante”.
De nuevo, Dustin Johnson, Jordan Spieth y Justin Thomas estarán ausentes en el torneo californiano, también Patton Kizzire, líder actual de la FedEx Cup, pero en cambio sí participarán Justin Rose, Phil Mickelson, Rickie Fowler, Hideki Matsuyama, Patrick Reed, Charley Hoffman, Andrew Landry, segundo la semana pasada en La Quinta, o Xander Schauffele, el mejor novato del curso pasad en el PGA Tour, dentro de un elenco de gran nivel.
todo a tiger woods Pero, sin duda, quien reclama la atención es Tiger Woods. Ya estuvo el año pasado, pero no pasó el corte antes de tener que operarse. En diciembre se probó en el Hero Challenge de Bahamas, de donde salió con buenas sensaciones, y quienes han compartido vuelta con él estos días en San Diego aseguran que el ocho veces ganador en Torrey Pines -siete en este torneo y uno cuando fue sede del US Open- está en mejor condición que en su anterior intento de regresar al circuito y que, incluso, se está mostrando más afable y cercano de lo habitual. Woods ha hecho algunos cambios en su material y “ahora es sólo cuestión de volver a competir. Estoy tratando de construir un juego más sólido y aumentar mi resistencia y mi musculatura. Es algo que hay que hacer, pegar bolas y bolas. Siento que ya lo hecho, así que es hora de jugar un torneo”.