Varazdin (Croacia) - La selección española de balonmano tratará de dar esta tarde ante la de Eslovenia (18.15 horas, Teledeporte) un nuevo paso hacia las semifinales del Europeo de Croacia, en un encuentro en el que deberá refrendar la buenas sensaciones defensivas que dejó ante Macedonia. Una mejoría defensiva que se cimentó en el regreso, tras numerosas probaturas durante la primera fase del torneo, al eje central de la zaga de la pareja formada por Viran Morros y Gedeón Guardiola. Esa formación, como dejó entrever el seleccionador, Jordi Ribera, podría no repetirse hoy, ante las veloces transiciones del equipo esloveno, lo que complicaría notablemente los dos cambios ataque-defensa a los que obligan la presencia de Morros y Guardiola en la defensa.
Zaradec, la gran amenaza En este sentido, uno de las principales objetivos del conjunto español será aplacar el frenético ritmo que impone a su ataque la selección eslovena, tanto con sus veloces transiciones, como en ataque estático, en el que los balcánicos se mueven al ritmo que marca el eléctrico Miha Zarabec, jugador de apenas 177 centímetros de estatura. Su presencia no será el único problema que se encontrará España en defensa ante un equipo esloveno que cuenta con peligrosísimos extremos como Blaz Janc. Esta circunstancia pondrá a prueba la solidez defensiva del conjunto español, que, como demostró ante Macedonia, cuando actúa con la máxima intensidad y velocidad de piernas, se convierte en un muro prácticamente infranqueable. En especial, si el guardameta Gonzalo Pérez de Vargas mantiene la misma eficacia que mostró ante los macedonios, un encuentro en el que el portero firmó un espectacular 62% de paradas en el primer tiempo.
la velocidad, clave Para vencer a Eslovenia, un equipo al que sólo le vale la victoria si quiere conservar alguna mínima posibilidad de acceder a las semifinales, España no sólo deberá brillar en defensa, sino también en ataque para superar las múltiples alternativas que proponen los de Veselin Vujovic. Para ello, los Hispanos deberán dotar a su ofensiva de la mayor velocidad posible, eso sí, sin caer en la precipitación que provoque las pérdidas de balón.
Una tarea de juego en la que volverán a jugar un papel fundamental los centrales Raúl Entrerríos y, sobre todo, Dani Sarmiento, cuya dirección otorga a España un punto más de velocidad en el juego. Hecho fundamental para que la selección española haga llegar el balón a los extremos y pivotes, en los que tanto el recuperado Julen Aginagalde como Adriá Figueras se han convertido en la principal referencia ofensiva de equipo español. Y es que España tiene clara la fórmula para ganar la primera de las dos finales que le aguardan hoy ante Eslovenia y mañana ante Alemania para lograr una plaza en las semifinales: Defensa y velocidad, sobre todo, mucha velocidad. - Efe