Se trata del enésimo desafío para uno y otro, con el peso de las estadísticas sobre el Sevilla, sin victoria en sus últimas diez visitas al Atlético, con seis triunfos locales y cuatro empates, y con la presión encima de ambos equipos, porque los dos quieren el título y porque los dos sienten la necesidad por unas circunstancias u otras. El conjunto rojiblanco, porque su proyecto exige lo máximo, mucho más aún con las llegadas de Diego Costa y Vitolo, los dos titulares en el once que hoy planea alienar el técnico argentino Diego Simeone, cuyo equipo siempre le pone el máximo interés a un torneo que supuso hace un lustro el salto definitivo del Atlético.

Y por otro lado, el bloque andaluz, porque aún rebusca su nivel y su regularidad. Mientras se lamenta en la Liga con tres derrotas consecutivas y cinco encuentros seguidos sin ganar, la Copa le ha ofrecido sus dos últimos triunfos, los dos contra el Cádiz en la anterior ronda, a la vez que da sus primeros pasos, aún a trompicones, la era Montella. Desde la vocación ofensiva del técnico italiano y la estructura defensiva del entrenador argentino, el partido también propone un combate de estilos. - Efe