MADRID - Javier Guillén pronosticó una carrera “inolvidable” para el espectador. Y marcó entre las grandes citas la que finalizará en el monte Oiz el próximo 12 de septiembre. La etapa vasca será como un homenaje al ciclismo, con un recorrido muy atractivo y un público apasionado que entiende este deporte. Me hace mucha ilusión”, aseguró ayer el director de la Vuelta al hablar de la jornada que arrancará desde la terminal de cruceros de Getxo y que acabará en el Balcón de Bizkaia 166,4 kilómetros después. Con cinco kilómetros finales por encima del 10% y superando por momentos el 19%. Serán más de 3.000 metros de desnivel acumulado en pocas horas. Un final inédito y muy duro que también seduce a Mikel Landa. Correrá en casa y será el principal atractivo. El ciclista del Movistar confirmó en Estepona durante la presentación del recorrido que, después de participar en el Tour de Francia, estará el 25 de agosto en Málaga, donde arrancará la ronda española. Tres semanas con cinco etapas de montaña, dos finales en alto, seis de media montaña, otras tantas llanas, dos contrarrelojes, la inicial de 8 kilómetros y una larga de 32,7 en la décimo sexta y dos jornadas de descanso.

“Hay muchas etapas bonitas en esta Vuelta. Será una carrera exigente de principio a final. Como es lógico, a uno siempre le motiva cualquier carrera que sea en Euskadi, y tener además un final en alto tan duro como el del Balcón de Bizkaia hace que lo veas con mucha más ilusión. Es una gran noticia que nos llevamos de aquí. Hay otros días que suenan muy bien, como Lagos de Covadonga, que siempre es una subida muy especial para los corredores, muy mítica, o la de Andorra, que será durísima y nos viene además al final, por lo que habrá que guardar fuerzas para ese último momento. Me trae buenos recuerdos de mi victoria en 2015 y la afrontas con otra sensación”, destacó el ciclista alavés. El Principado pondrá la guinda a una semana final espectacular. En la penúltima jornada, considerada la etapa reina, de únicamente 105 kilómetros, el pelotón completará un recorrido entre Andorra y la cima del Coll de la Gallina. Un menú formado por seis puertos, con doble paso por La Comella y Beixalis, antes de la subida definitiva de siete kilómetros al 8% de media y repechos del 15%.

Landa, que debutará con el maillot del Movistar dentro de un mes en la Vuelta a Burgos, quiere llegar en condiciones al Mundial de Innsbruck, con un recorrido explosivo que se adapta a sus condiciones. Pero para ello una de las condiciones del seleccionador español, Javier Mínguez, es que siga compitiendo después de la grande boucle. Un aliciente más para el regreso de la ronda española a Euskadi. Nadie duda de que el monte Oiz será un hervidero de aficionados en la décimo séptima etapa de la Vuelta 2018, con Landa como atractivo.

ganarse la invitación El Euskadi-Murias estuvo en la presentación oficial de la Vuelta. El equipo aspira a una invitación de la ronda española como equipo profesional continental en 2018. “La etapa entre Getxo y el monte Oiz será un momento increíble: el poder estar con todo el significado emocional que supone, espectacular para todos los vascos; la etapa señalada y más bonita para nosotros. Queremos demostrar que somos un proyecto sólido. Estamos muy contentos por el reconocimiento y la ayuda de Javier Guillén para que este proyecto salga adelante, pero ahora nos toca a nosotros a ganarnos esa invitación, demostrar que somos un equipo competitivo que puede dar la talla”, destacó Jon Odriozola.