Tal y como anunció a principios de diciembre, el Gobierno de Nepal aprobó ayer una ley que prohíbe a las personas ciegas, a las que han sufrido amputaciones dobles y a aquellas que sean declaradas médicamente no aptas escalar el Everest (8.848 metros), una legislación creada con intención de velar por la seguridad de los escaladores.

La ley, una enmienda a la Regulación de Expediciones de Montañismo, fue introducida por el Ministerio de Aviación Civil y Turismo hace unos dos meses, explicó el secretario del departamento, Maheshwor Neupane. “La regulación ha sido enmendada, a aquellos que tengan ceguera total, con amputaciones dobles y declarados no aptos médicamente no le serán concedidos permisos a partir de ahora”, confirmó la fuente, que agregó que con ello pretenden proteger la seguridad de las personas con alguna discapacidad.

El director general del Departamento de Turismo, Dinesh Bhattarai, indicó que la medida, que entrará en vigor tras su publicación en la Gazeta nepalí, estuvo a debate durante los últimos años, pero hizo falta tiempo para que pudiese ser aprobada.

Desde la Asociación de Montañeros de Nepal afirman que hubiesen estado de acuerdo con cualquier decisión sobre el veto cuando los solicitantes de permiso de escalada tienen algún problema de salud. “Escalar el monte Everest es un desafío incluso para una persona saludable y es todavía más difícil y desafiante para una persona con una discapacidad severa, a la que podría costar la vida”, dijo el presidente de la asociación, Shant Bir Lama.

Siempre con guía También los sherpas parecen haber acogido bien la nueva normativa, ya que esta prohíbe el ascenso a individuos que no vayan acompañados por al menos un guía, que no tendrá que pagar las altas tasas estipuladas para obtener el permiso.

Sin embargo, numerosas voces de la comunidad montañera se alzaron contra la propuesta nada más conocerse la intención del gobierno nepalí de introducir una nueva modificación en la normativa que afecta a las expediciones al Everest y otras grandes montañas del país para vetarlas a los discapacitados. Estos medios consideran que la reforma se ha tramitado expresamente para impedir el ascenso del soldado gurkha Hari Budha Magar, quien tras haber perdido sus dos piernas sirviendo al ejército británico en Afganistán anunció su intención de intentar el Everest la próxima primavera, e incluso ha llegado a escalar el Mera Peak como entrenamiento.

Desde el mundo del montañismo señalan también que si la razón de esta normativa es reducir los riesgos, no existe ninguna relación entre discapacidad y siniestralidad en la montaña. De hecho, los accidentes y muertes afectan más a los no discapacitados que a los discapacitados que van al Everest.

Varias personas discapacitadas han logrado ascender con éxito a la cima del mundo, como el americano Erik Weihenmayer, que había perdido ambos ojos, en 2001 o el neozelandés Mark Inglis, con las dos piernas amputadas, en 2006. Al menos 5.300 montañeros, 445 en 2016, hicieron cima en la montaña más alta del mundo desde que Edmund Hillary and Tenzing Norgay Sherpa lograran este hito por primera vez en 1953.