- Xabi Fernández no quiere triunfalismos. El ibartarra, patrón del Mapfre, continúa en Australia saboreando el liderato de la Volvo Ocean Race al término de la tercera etapa oceánica de la prueba. Fernández, sin embargo, advierte de que el peor error que puede cometer su tripulación es “pensar que estamos cerca de tenerlo hecho, porque está muy lejos de la realidad”.

El Mapfre, que fue el más rápido en cubrir la distancia entre Ciudad del Cabo y Melbourne, ya se impuso también en la segunda jornada de la regata, entre Lisboa y la ciudad sudafricana. El barco de Xabier Fernández lidera la clasificación con seis puntos de ventaja sobre sus rivales más cercanos, el Dongfeng y el Vestas.

El ibartarra, de 41 años, cosechó una medalla de oro y una de plata en sendos Juegos Olímpicos, y también conquistó varios campeonatos del mundo y de Europa en clase 49 junto a Iker Martínez de Lizarduy, pero también posee una larga experiencia en la vela oceánica que le ha llevado a liderar ahora el Mapfre.

Fernández considera que debe evitar que la tripulación “se relaje demasiado cuando las cosas van deportivamente bien. Todavía queda mucha regata y muchos puntos en juego. Tenemos que disfrutarlo, pero creo que tenemos una tripulación muy madura, con gente que ya ha ganado esta regata y gente que también la ha perdido, como nos pasó en la edición 2011-2012, y creo que entre todos hacemos una buena mezcla para mantener la cabeza fría y en su sitio”.

La parada en Melbourne, donde espera la salida de la cuarta etapa, el 2 de enero, entre el puerto australiano y Hong Kong, es atípica. El barco no puede ser sacado del agua, solo dos miembros del equipo de tierra pueden subir a él para efectuar reparaciones y los alimentos para la tercera y cuarta etapa se cargaron en Ciudad del Cabo por la reglamentación: “Sabíamos desde el principio que esta etapa sería corta, incluso más de lo que finalmente va a ser. Creo que podremos pasar bien sobre la lista de trabajos, hacer un programa corto de recuperación, gimnasio y estar lo más en forma posible. Enfocamos la semana como un extra ya que después el principio la consideramos como una etapa de Ciudad del Cabo hasta Hong Kong”.

En cuanto al estado del barco tras la dureza de la tercera etapa, el navegante ibartarra explicó que no ha sufrido “roturas muy importantes. El equipo de tierra, que aquí son dos personas, está ahora revisando todo el barco una y otra vez, especialmente el mástil, los timones, la quilla, el sistema de la quilla, etc”.

“Hemos visto problemas en otros barcos que nos podían haber pasado a nosotros seguro, así que hay que seguir controlando. En la tripulación todos estamos bien, muy cansados, pero será peor para otros que no tienen dos días extra para recuperarse. Ese es el objetivo ahora”, concretó el patrón ibartarra.

límites meridionales En la séptima etapa entre Auckland (Nueva Zelanda) e Itajai (Brasil), la flota volverá al temible Océano Sur con los límites de exclusión de hielo de nuevo como barrera.

Fernández considera que en las últimas ediciones e incluso en otras regatas de vuelta al mundo como la Vendée Globe o Barcelona World Race, “los límites de hielo comprometen un poco la competitividad de la regata. Sabemos que se hace por seguridad, especialmente hoy en día que estos barcos son más y más rápidos”.

“Somos totalmente conscientes de los peligros a los que nos podemos enfrentar y de que la seguridad es lo primero, pero debo reconocer que es cierto que tener una línea tan estricta al sur y al norte limita las estrategias de los equipos porque básicamente la estrategia es ir lo más al sur posible, llegar al muro y navegar pegado a él sin llegar a sobrepasarlo”, añadió.

Esto lo hace más duro porque te obliga a hacer un gran número de maniobras para mantenerte lo máximo posible al Sur. Es más seguro, por supuesto, pero altera la estrategia. Tácticamente no son etapas tan complicadas, porque no es que tengas muchas opciones y tengas que decidir”, concluye el guipuzcoano. - Efe