Bilbao - “No sé si se puede decir que este sea el último partido”, dice Pablo Berasaluze entre risas, mientras el manos libres del coche satura el sonido de su voz con los kilómetros que va devorando. Va camino a El Puig, provincia de Valencia. Allí disputa hoy un encuentro especial en la cancha de l’Horta Nord junto a los pelotaris de pelota valenciana Genovés II -su compañero-, Puchol II y Álex, campeón del Trofeu de Mestres. “Más que un partido se trata de un homenaje. Allí tengo muchísimos amigos, que siempre me han tratado genial. De hecho, varios vinieron a Bilbao solamente para acompañarme el día de mi despedida de la pelota a mano profesional. Eso es grande”, destaca el berriztarra, técnico de Asegarce desde que colgó el gerriko.
La cita de Berasaluze II en Valencia, calificada como una “fiesta”, viene rumiándose desde que cerró sus 19 años como pelotari profesional el 1 de octubre del curso pasado. “Contactaron conmigo porque querían que me despidiera allí”, evoca Pablo. Los acontecimientos, que aceleraron su futuro cercano al incorporarse de inmediato a la empresa como técnico, evitaron que en fechas próximas al agur definitivo pudiera tomar rumbo a Valencia. “Hubo que esperar y ya ha llegado el día. Se trata de un tema de amigos por encima de otra cosa. Ellos han removido todo para que pudiera disputar un encuentro allí. Cuando me lo plantearon, les contesté que sí”, relata Berasaluze, quien acumula más de catorce meses sin pisar un frontón delante de los focos. Aun así, el contacto con la cancha sigue siendo habitual por su trabajo en las sesiones técnicas de Asegarce.
“La verdad es que hay gusanillo. Durante todo este año lo he sentido. Después de casi veinte temporadas, ves a pelotaris con los que has estado jugando y se remueve algo por dentro. Este encuentro va a ser un partido de blanco, pero no es más que una exhibición con tres pelotaris de allá”, admite el berriztarra, quien contará con José Cabanes Genovés II como compañero. “Es un gran amigo. Contra su padre jugué una vez -el legendario Paco Cabanes Genovés-. Junto a él nunca he podido jugar y me hace mucha ilusión despedirme de la afición valenciana haciendo pareja. Es un gran amigo. No podía decirles que no”, argumenta el exdelantero vizcaino, quien peleará dentro del cincuenta aniversario del club Penya Amics del Frontó de El Puig en un frontón “coqueto” de unos “seis cuadros”. La pelota con la que jugarán pesa “alrededor de sesenta gramos”. “El juego es muchísimo más rápido. Lo que importa es que se trata de una despedida y una exhibición”, afirma.
En la “fiesta” Pablo estará rodeado de “amigos”. Además de Genovés, Berasaluze se acuerda de pelotaris como Waldo, figura en la modalidad de raspall. “He ido muchos años a Valencia y siempre me ha gustado su forma de jugar. Siempre me han abierto las puertas. No me pensé dos veces acudir cuando me lo propusieron”, afirma el vizcaino.
Pablo volverá a gozar del calor del púbico. “Es algo bonito”, desbroza. “Durante toda mi etapa en profesionales recibí siempre un montón de mensajes de los aficionados valencianos por las redes sociales o por medios privados. Se han movido en muchas ocasiones a partidos en Iruñea o Logroño. Es algo que tengo que agradecer”, finaliza el técnico de Asegarce.