madrid - Ángel María Villar Llona fue suspendido del cargo de presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) el pasado 25 de julio arrastrado por la Operación Soule. Caído en desgracia tras 29 años en el poder y con muchos enemigos al acecho, la figura del dirigente bilbaino ha recobrado el protagonismo arropado por la FIFA, organismo del que fue vicepresidente hasta que dimitió por el escándalo y que ahora amenaza a con dejar a España fuera del Mundial de Rusia por considerar que Gobierno español se ha interferido en los asuntos de la RFEF.

La propuesta de repetir las elecciones a la presidencia federativa celebradas el pasado mes de mayo, promovida por el Consejo Superior de Deportes (CSD), ha sido el desencadenante de la amenaza del organismo que rige el fútbol mundial y que manda desde el pasado año el suizo Gianni Infantino.

A fines de septiembre el CSD presentó ante el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) un recurso de revisión basado en las escuchas de la Operación Soule. Además, el TAD emitió una resolución favorable a la repetición de todo el proceso electoral que fue enviada al Consejo de Estado, el órgano que debe decidir en última instancia si hay o no nuevas elecciones para relevar a Villar que, aunque suspendido del cargo, fue refrendado en las urnas. El CSD espera que el Consejo de Estado se pronuncie en los primeros días de enero. Y es precisamente esta intromisión la que ha llevado a la FIFA a intervenir en defensa de lo que considera su coto privado.

Para la FIFA, esta injerencia gubernamental pone en riesgo la autonomía de la Federación y supone una grave violación de sus propios estatutos, lo que daría lugar a la suspensión. Según recogen los estatutos de la FIFA en su artículo 13, “cada miembro debe administrar sus asuntos de forma independiente y asegurarse de que no se produzca ninguna injerencia por parte de terceros en sus asuntos”.

La amenaza, sin embargo, es sutil. A través de un comunicado, la RFEF aclaró ayer que tanto la FIFA como la UEFA le plantearon “su interés por desplazarse a España y mantener lo antes posible una reunión con las más altas instancias deportivas”, ante su “enorme preocupación” por la situación que atraviesa la Federación Española. La RFEF añade en la nota que tanto la FIFA como la UEFA están “a la espera de que se concrete una fecha para poder celebrar la citada reunión” para pedir explicaciones.

confianza en el Gobierno Con todo, el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, aseguró ayer que “la presencia de España en el Mundial no peligra” y resaltó que el Gobierno “ha actuado con arreglo a la ley y total transparencia”, en el proceso electoral de la RFEF. “He leído lo que ustedes dan a conocer, una carta de la FIFA a la Federación Española de Fútbol, no al Consejo Superior de Deportes. En este tema el ministro de deportes ha actuado con arreglo a la ley y total transparencia. Ha puesto en conocimiento hechos y están tramitándose en estos momentos”, dijo el portavoz del Gobierno estatal.

Preguntado en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros por la amenazante carta de la FIFA, Méndez de Vigo restó importancia al problema y añadió que “hablaremos con ellos tranquilamente. No peligra la presencia de España”.

La noticia ha tenido mucho recorrido en el mundillo futbolístico. Javier Tebas, presidente de LaLiga, la calificó de “inocentada”. “Desconozco los términos de la carta, pero no me lo creo, me parece una inocentada. Es imposible que una institución privada como la FIFA amenace a España cuando se está cumpliendo la ley y las normas españolas”, aseguró.