Tréveris (Alemania) - La selección española femenina de balonmano, que debuta hoy ante Angola (20.30 horas, Teledeporte), afronta el Mundial que arrancó ayer en Alemania con un renovadísimo equipo, pero con el mismo espíritu guerrero y el carácter competitivo que ha permitido al conjunto español ganarse un nombre entre la elite internacional en los últimos años. “La esencia no se pierde, la esencia se mantiene. Es un legado que persiste y, aunque algunas jugadoras ya no estén presentes en el grupo, el espíritu no se pierde. Somos muy competitivas, siempre hemos sido superluchadoras y esa línea se mantiene”, recalca la defensora de la portería Silvia Navarro.
Ella es una de las nueve jugadoras que repiten con relación al equipo que disputó el pasado año el Europeo en Suecia en una revolucionaria lista en la que figuran hasta siete debutantes en una gran competición internacional.
La central Silvia Arderius, la pivote Paula García, las laterales Ivet Musons y Almudena Rodríguez, así como las extremos Jennifer Gutiérrez y Maitane Etxeberria dotarán de una nueva vitalidad a la selección del nuevo seleccionador, Carlos Vive, en la que ya no figuran jugadoras clave en los últimos años como Marta Mangué y Macarena Aguilar y las alavesas Eli Pinedo y Patricia Elorza.
Entre los nuevos rostros destaca el de la jovencísima Sayna Mbengue, de tan sólo 19 años, que completará la lista de 17 jugadoras con las que finalmente Viver afrontará el Campeonato del Mundo. Esta decisión abrirá al preparador español, quien también debutará en un gran torneo internacional tras hacerse cargo de las Guerreras el pasado mes de febrero, la posibilidad de realizar algún cambio durante la competición, ya que el reglamento permite inscribir sólo a 16 jugadoras.
las nuevas líderes Un profundo relevo generacional que dotará de una especial trascendencia al papel de jugadoras como la extremo Carmen Martín, la lateral Alexandrina Cabral y, sobre todo, a la central Nerea Pena.
Asentada definitivamente en la dirección del equipo, tras la apuesta de decidida de Carlos Viver de contar con dos zurdas -Mireya González y Almudena Rodríguez- en el lateral derecho, la jugadora navarra del Rail Cargo húngaro será el eje sobre el que gire el ataque del equipo español. Igualmente decisiva será la actuación de la pareja que conforman las porteras Silvia Navarro y Darly Zoqbi, sostén de una defensa a la que Carlos Viver ha tratado de dotar desde su llegada de la máxima agresividad.
Con estos mimbres, España tratará de alcanzar los cuartos de final, el objetivo mínimo que las Guerreras se plantean en un torneo. Para ello, la selección española deberá superar antes una complicada primera fase, en la que se medirá con Angola, Paraguay, Rumanía, Francia y Eslovenia.
En octavos de final, España podría cruzarse con potencias de la talla de Noruega, Suecia, Hungría o Polonia. Todo un reto que marcará el destino de esta nueva hornada de jugadoras en un Mundial, en el que España quiere demostrar que tiene presente y futuro para seguir planteando batalla a los grandes del balonmano femenino internacional.
hegemonía noruega La selección de Noruega, vigente campeona mundial y europea, será el objetivo a batir. Las nórdicas tratarán de agigantar en Alemania su leyenda en el Campeonato del Mundo con la conquista de su cuarta corona mundial, un logro que hasta ahora tan sólo ha conseguido Rusia, ganadora de las ediciones de 2001, 2005, 2007 y 2009. Holanda, Rusia y Francia serán otros combinados a tener muy en cuenta. - Efe