BILBAO - Jokin Altuna estuvo disfrutando ayer de la txapela del Cuatro y Medio en Amezketa. El delantero guipuzcoano consiguió alcanzar el cartón 22 en el frontón Bizkaia de Bilbao el domingo y por la noche vivió una cena muy emocionante en una sidrería. “Vivimos una fiesta terrible. La gente estuvo más contenta que el año pasado. El momento más emotivo fue cuando me cantaron unos bertsos que habían preparado”, confesó el pelotari de Aspe, quien analizó que “la txapela se la puso muchísima gente”. Jokin acabó la celebración, llegó a casa “desayunado” y al despertar tenía “146 conversaciones de WhatsApp abiertas” por contestar. “Este año se vive diferente la celebración. Cuando pierdes, estás más apagado”, añadió.
Altuna III declaró que se pegó un gran “alegrón” porque “la afición” también “se lo merece”. “Fue mucha gente de Amezketa y de los pueblos de alrededor al frontón Bizkaia. La afición de Urrutikoetxea estuvo bien, pero pienso que tengo la mejor del mundo. Me hicieron cuatro pancartas en el pueblo y al salir de casa hacia el frontón me encontré a sesenta personas apoyándome. Eso da moral”, desgranó el campeón del Cuatro y Medio, que se acordó de Xalton Zabala, Saralegi y Jaka. “Ekaitz ha sido el que más ha creído en mí en estas dos semanas. La gente siempre decía que Urruti era favorito, pero él insistía en que tenía armas para ganar”, señaló Altuna III, quien afirmó que “Erik, además, me ha ayudado mucho a nivel técnico aun estando preparando partidos de parejas”.
Cuestionado sobre el partido del domingo, Jokin admitió que le vino a la cabeza “el momento final”. “Fue un gran desahogo. También pienso en el dos paredes de sotamano que entró por poco. Fue clave. En ningún momento vi la txapela perdida”, sostuvo el delantero de Amezketa, quien agregó que “aunque perdiera tenía que darlo todo, creo que logré coger el sitio mejor que Urrutikoetxea”.
También reveló que “el comienzo fue importante. El año pasado empecé perdiendo y lo pagué. Vi cómo podía hacer daño. A los dos nos costaba encontrar las rayas, pero jugamos a mucho ritmo. Cogí riesgos”. Asimismo, el pelotari de Aspe zanjó el tema de los errores de los jueces: “Los dos nos tomamos con deportividad el partido. Hubo tensión, pero cuando nos juntamos Mikel me felicitó. Estoy agradecido por ello. Se portó muy bien”.
El amezketarra se encontró con la gestión de una situación similar a la de la final del Cuatro y Medio de 2016 ante Oinatz Bengoetxea. “No le di vueltas. No me acordé de ello. Siempre pensé que podía ganar. En el último tanto solo pensaba en dar un pelotazo más. Alcancé la dejada en el txoko porque tienes que ir a por ella, haya o no pelota”, finalizó Jokin.