El Tour, el sol del ciclismo, enfrió a Quintana, que finalizó la carrera destemplado, irreconocible el rostro ante el espejo. En él se reflejó lozano, estupendo, Mikel Landa, cuarto, a un solo segundo del podio de París. Eso otorgó aún más brillo al alavés, la estrella que se expandió en el Giro y explotó de todos los colores sobre el cielo de la carrera francesa. El ciclista que los equipos más poderosos codiciaban firmó finalmente dos cursos con el Movistar, que siempre deseó la luminaria de Landa. Lo reconoció Eusebio Unzué, el mánager de la escuadra, encantado de contar con el murgiarra. En un Tour extraño para el Movistar, donde incluso el padre de Nairo Quintana -que quiso el doblete Giro-Tour-, cargó contra la formación por cómo llevó su preparación, se fortaleció el enérgico perfil de Landa y menguó el impacto de Quintana. Desde entonces, se ha elucubrado sobre el encaje de dos corredores con carácter y enorme capacidad en el Movistar, que estos días se concentra en Gorraiz. Al primer encuentro en el seno del Movistar, llegan ambos con el ambiente enrarecido por el cruce de declaraciones entre Nairo Quintana, que está dispuesto a defender su estatus a todo costa, y Mikel Landa, que no tiene intención de plegarse por un simple asunto jerárquico. Le sucedió con Froome durante el Tour y Landa no quiere repetir experiencia. Esa fue su idea fuerza durante las negociaciones con Unzué. El argumento que promulga Landa es sencillo: que la carretera decida quién es el líder. Si él es el más fuerte, no cederá en virtud de un escalafón prefijado.

El colombiano siente la irrupción de Landa como una amenaza a su estatus. No comparte esa idea y por eso no tardó Quintana en lanzar un mensaje para subrayar su liderato en una entrevista concedida a El País. “Soy el líder del equipo y soy el líder para el Tour. Si viene Alejandro a ayudarme sería una bendición, y si viene Landa, también”, expresó Quintana, que observa a Landa como un corredor que estará a su servicio según se desprende del tono de sus declaraciones. “Eusebio hizo este buen fichaje y cada uno tendrá su lugar. Como líder del equipo que soy, Landa es bien recibido. Antes tenía que estar yo allí y ahora habrá una persona más cubriendo ese tipo de competiciones y luego estaremos en las más importantes que creamos que me harán llegar en buen estado al Tour”, analizó el colombiano.

Mikel Landa, un corredor que dice lo que piensa y que asoma en el Movistar con galones y reconocimiento de líder, recogió el guante lanzado por Quintana. El pensamiento de Landa no concuerda con la visión de Quintana. Refractario a los filtros, el alavés respondió al colombiano a través de una entrevista en Mundo Deportivo después de conocer el planteamiento realizado por Quintana. Una línea argumental, la de Nairo, que no casa en absoluto con lo que espera el alavés de su aventura en el Movistar. “Bueno... Evidentemente, me gustaría tener otra bienvenida, pero voy a su casa, como quien dice y por lo que veo, no es de su agrado”, determinó el alavés, al que le sobra personalidad.

la mediación de unzué “Yo creo que Eusebio Unzué sabrá gestionar bien nuestros egos y sacar el máximo de cada uno”, indicó Landa sobre la cohabitación de egos que espera en el Movistar. El mánager de la formación, Eusebio Unzué, deberá determinar quién es quién en el equipo en virtud del calendario competitivo y los intereses de la escuadra, que sitúa por encima de los nombres. Landa es un apasionado del Giro, -fue tercero en 2015- pero ha demostrado que también es muy competitivo en el Tour incluso trabajando para Froome. Esa capacidad coloca a Unzué ante una disyuntiva, más si cabe cuando Quintana se esfuerza en reafirmar que él es el líder para el Tour. En unas declaraciones realizadas a TVE durante la pasada Vuelta a España, Unzué estableció las líneas maestras de lo que espera en 2018. “Desde luego, ha llegado un Landa líder y capaz de cualquier objetivo”. A la espera de definir el radio de acción de Quintana y Landa, ambos con contrato hasta 2019, Unzué considera que Landa se ha ganado ser líder. “En estos momentos, aunque él no lo pida, tenemos que estar preparados para darle algún liderato en alguna carrera. Ha demostrado que lo merece”.

Eusebio Unzué aboga por un reparto de liderazgo que determine la carretera y no la jerarquía. “Nosotros siempre hemos sido muy respetuosos con nuestros líderes y cuando ha llegado otro mejor también hemos sido respetuosos con el estado de forma de cada uno. Ya lo hicimos hace muchos años con Perico (en referencia a Indurain)”. El alfil se impuso al rey. El mánager insistió en la idea de que la jerarquías pueden variar en función de los intereses del equipo y del rendimiento de los ciclistas. “Queremos respetar a nuestros líderes, pero hay que ser respetuosos con los intereses del equipo”. Esa era una de las demandas de Landa cuando decidió enrolarse en el Movistar, donde ha comenzado el juego de tronos.