Madrid - Larrañaga y Pérez se hicieron con la última edición del Memorial Eugenio Rafael en una final que quedó deslucida cuando Unai Alvarado hubo de retirarse con un golpe en la clavícula que dio la final por finiquitada cuando la pareja finalmente ganadora ya dominaba claramente el tanteador.
El partido se rompió cuando Alvarado chocó contra la pared izquierda del frontón de Zaramaga. La jugada desafortunada llegó cuando los colorados, Larrañaga-Pérez dominaban el marcador (8-2) de último Memorial que lleva el nombre de quien fuera presidente del Club de Pelota Zaramaga, Eugenio Rafael. La familia prefiere dejar paso y que el club aproveche el espacio para otro tipo de eventos. Tras once años la figura del patriarca de los Rafael ha tenido tiempo de recoger los homenajes y parabienes de los aficionados a la pelota de todo Euskadi, Navarra y Rioja.
La pena es que la gran final se rompió cuando Alvarado, de azul junto al pelotari de Amurrio Legarreta, que iban por detrás en el marcador, dominados por los rivales, chocó de manera violenta contra la pared izquierda del frontón. Hasta entonces, los campeones dominaban el marcador con claridad, también el juego, y el partido estaba siendo, al menos en sus inicios, de fuerte competencia.
Con la retirada de Alvarado, trasladado al servicio de urgencias para determinar el alcance de la lesión, se dispuso un mano a mano entre Miguel Pérez y Mikel Larrañaga. El duelo a 12 fue dominado en todo momento por el pelotari de Txukun Lakua que se puso 3-11 arriba. En ese momento Larrañaga se rehízo para imponerse por 12 tantos a 11.
Por delante del estelar del cartel se jugaron otros dos partidos. En parejas cadetes, con intervención de Leire Garai en una de ellas, Garai-González de San Román contra Sanz y Fernández se impusieron los segundos por 10-18. A continuación en el partido sub’22, Bordege-Garai 18, Madrazo-Suso 22 - DNA
