singapur - Karolina Pliskova es la primera semifinalista de las Finales WTA de Singapur después de derrotar a Garbiñe Muguruza en apenas una hora de juego. El doble 6-2 explica bien claramente el dominio de la checa, que estuvo muy precisa en todo lo que hizo y que presentó su candidatura al título de maestra y a recuperar el número 1 del mundo tras copiar el resultado que logró el primer día ante Venus Williams. Pliskova solo perdió el servicio en una ocasión cuando el partido ya agonizaba y, a cambio, rompió en cinco ocasiones el saque de la vasco-venezolana.

Muguruza había ganado a la checa en su último enfrentamiento en Cincinnati, pero no se le suele dar bien una jugadora que pega duro si no se la mueve de lado a lado de la pista. La campeona de Wimbledon, que volvió a jugar con un vendaje compresivo en su muslo izquierdo, nunca estuvo metido en un duelo que acabó pasada la medianoche de Singapur. Tuvo sus oportunidades al resto en el primer set, pero no las pudo aprovechar porque cada vez que quiso arriesgar envió sus tiros lejos de las líneas. Además, el saque de la de Caracas tuvo muy poca mordiente y solo pudo anotarse cuatro puntos con el segundo servicio.

Así, Pliskova la atacó siempre que pudo y encontró un pasillo hacia la victoria con dos roturas de servicio al inicio de cada set. Con esa ventaja, la jugadora checa pudo jugar a lo que más le gusta y mantener arrinconada contra el fondo a Garbiñe Muguruza, que apenas pudo evitar el rosco en el segundo con un par de juegos consecutivos que solo fueron engordar para morir.

En cualquier caso, a esas alturas un juego más o menos carecía de importancia e, incluso, convenía evitar un desgaste excesivo ya que en el partido que abrió la jornada, Venus Williams, la más veterana del torneo con 37 años, había ganado el duelo generacional a Jelena Ostapenko, de 20 años. Fue una batalla caótica que se prolongó durante tres horas y trece minutos (7-5, 6-7 y 7-5) y que vio veinte roturas de saque entre las dos jugadoras. La letona, pura anarquía en su juego, salvó una bola de partido en el segundo set, pero, al final, se impuso la experiencia de Venus ante una jugadora que solo tenía dos años cuando la estadounidense disputó sus primeras Finales WTA en 1999.

De esta formas, la tercera jornada del Grupo Blanco mañana tendrá un partido intrascendente, el Pliskova-Ostapenko, y uno decisivo ya que la ganadora del duelo entre Garbiñe Muguruza y Venus Williams, revancha de la final de Wimbledon, se meterá en las semifinales como segunda de grupo.

otra oportunidad La vasco-venezolana admitió tras caer ante Karolina Pliskova que estaba “un poco triste porque no esperaba este resultado”, pero agradeció el hecho de tener una última oportunidad en su tercera presencia en las Finales WTA. “Creo que va a ser un partido bueno, ilusionante y motivante y a ver si puedo acceder a semifinales. Es lo bueno que tiene este formato. Pero tengo que hacerlo mejor que hoy”, dijo.

Muguruza, que no requirió ayer la presencia en pista de su entrenador Sam Sumyk, pasó página rápido y descartó que la abultada derrota vaya a afectar a su confianza, pero “sí es cierto que tengo que intentar ver qué he hecho mal para que esto no me vuelva a pasar en el próximo partido”.

Hoy se disputará la segunda jornada dentro del Grupo Rojo. Jugarán Simona Halep ante Caroline Wozniacki y Elina Svitolina ante Caroline García.