ASUTRALIA. "Hubo momentos que pensé, si me quedó donde estoy, no acabo la carrera, iba quinto o sexto y había pilotos que cruzaban las trayectorias, y pensé que alguno me tiraría y por eso decidí ponerme delante a tirar, tenía mejor ritmo y conseguí abrir un pequeño hueco y ya era cuestión de tirar, tirar y tirar", explicó el nuevo campeón del mundo de Moto3.

"Se puso a llover en mitad de la carrera y pensé 'no, por favor', y el Señor me escuchó y paró, pero cuando se puso a llover otra vez si que pensé 'pues ahora que llueva del todo', y así fue, me salió perfecto", reconoció Joan Mir.

Por paradojas de la vida la carrera deportiva del nuevo campeón en el mundial comenzó precisamente en este escenario, en 2015, cuando llegó a Australia para sustituir al lesionado piloto nipón Hiroki Ono y por ello, Joan Mir afirma que se acuerda de "cuando salí en el primer entrenamiento libre, estaba último a dos segundos del penúltimo".

"Me acuerdo que le dije a Dani Vadillo (su entrenador personal) que esto no era para mí, pero seguí luchando, cogiendo toda la experiencia y me acuerdo que iba detrás de Kent y se me caía la barbilla al suelo, pero ahora soy campeón del mundo y te da qué pensar al nivel que he llegado", comentó Mir.

El riesgo de que apareciese en cualquier momento la bandera roja lo tuvo Joan Mir muy en mente al manifestar que "era uno de los factores a tener en cuenta, pero sobre todo quería liderar la carrera para minimizar riesgos e ir más cómodo".

Al recordar su brillante trayectoria de la temporada, con nueve triunfos, Joan Mir aseguró que "todas las victorias son especiales, Qatar fue la primera, pero Barcelona supo mejor porque iba tercero en la última vuelta y era más complicado de ganar" para recalcar que para él la mejor victoria es "ésta, porque viene con el título detrás y era decisiva".

"No hacía falta ganar la carrera, pero moralmente era muy importante porque veníamos de Japón y por cómo hemos ido todo el fin de semana, creo que nos lo merecíamos, teníamos un ritmo superior a los demás y en carrera se ha visto que en cuanto me ponía delante me escapaba", recalcó Mir, quien dijo ser "un privilegiado", por las sensaciones vividas tras proclamarse campeón del mundo.

En 2018 Joan Mir dará el salto a Moto2 de la mano del equipo Estrella Galicia 0'0, en donde está el actual líder del mundial de la categoría, el italiano Franco Morbidelli y Mir asegura que se encuentra "muy bien con la 600 c.c., voy muy rápido y disfruto muchísimo con la moto grande, derrapando".

"Tengo unas ganas tremendas de que empiece el año que viene, pero también tengo ganas de que acabe éste y disfrutar lo máximo pues un campeonato del mundo no se consigue todos los días, ni mucho menos, y Dios quiera que no sea el último", comentó Joan Mir.

Ya en tono jocoso al recordar la celebración, en la que la bandera de España se le ha enredado en la rueda trasera creando una situación complicada al piloto, Joan Mir manifestó entre sonrisas "jolín, no sé si la moto era catalana o algo, pero se la ha tragado la rueda trasera. Me ha desaparecido. Sé que tenía que devolverla y me ha sabido mal".

Mir no quiso pasar de recordar a "mi padre, mi madre, mi familia, mis entrenadores, los dos, Dani y Tomás, y toda la gente que me ha ayudado a estar tranquilo y a veces a no pensar que soy piloto de motos y todas esas cosas, a disfrutar de una vida normal, de las pequeñas cosas, que son las que al final te llevas".

Además de recordar al fallecido Luis Salom, de Palma de Mallorca como él, de quien dijo que "también me acuerdo de él, dije que si ganaba quería recordar a Luis, y menos mal que me he acordado, porque lo siento y lo sentía y quiero mandarle un abrazo a su familia, a su madre y a su padre".