Duración 54:59 minutos.

Saques 1 de Bengoetxea VI (tanto 5) y otro de Olaizola II (tanto 10).

Pelotazos 258 pelotazos a buena.

Tantos en juego 13 de Bengoetxea VI y 15 de Olaizola II.

Errores 7 de Bengoetxea VI y 5 de Olaizola II.

Marcador 1-0, 1-1, 2-4, 3-5, 4-11, 11-11, 11-12, 12-13, 13-14, 14-14, 16-15, 17-16, 18-17 y 18-22.

Incidencias Partido correspondiente a la liguilla de cuartos del Cuatro y Medio de la LEP.M disputado en el Labrit ante 800 espectadores.

pamplona - Aimar y Oinatz volvieron a cruzar sus caminos en el primer partido de la liguilla de cuartos del Cuatro y Medio y el desenlace fue el mismo de siempre. En cinco ocasiones han estrenado la jaula estos dos protagonistas y en todas ellas se ha impuesto el de Goizueta.

No obstante, no se le puede reprochar nada al actual campeón del acotado, que tendrá días mejores y peores, pero cada vez que viste de blanco hace gala de una actitud encomiable.

El encuentro comenzó con un Aimar arrollador que tirando de repertorio consiguió despegarse hasta el 3-11. Bengoetxea cortó la dinámica con un buen gancho y al recuperar el saque comenzó un partido nuevo. El de Leitza firmó una tacada de ocho tantos, con varios puntos de bella factura y algún saque al ancho que sorprendió a su rival. El público ávido de ver un encuentro de poder a poder respaldaba a Oinatz, que con una dejada al txoko ponía las tablas (11-11). Restablecido el orden, ninguno de los dos manistas conseguía imponerse y se sucedían los empates (13-13, 14-14 y 16-16).

El actual campeón, con un dos paredes y una dejada, se marchó hasta el 18-16, pero cuanto más se tuercen las cosas, mejor es la respuesta del goizuetarra. Decía Oinatz en la previa que Aimar era el mejor de la historia en esta distancia y lo es por finales como el de ayer.

El azul tiro de galones, hizo valer el peso de sus siete txapelas del Cuatro y Medio y con seis tantos consecutivos se apuntó el primer punto de la liguilla de cuartos. Él siempre dice que de perder uno es mejor perder el primero, pero a Olaizola no le gusta perder ni a las chapas y menos ante el pelotari más en forma del momento y en un Labrit que volvió a presentar una buena entrada.

En los últimos compases Oinatz, que es de los que piensa que haciendo lo mismo siempre obtienes el mismo resultado, optó por ser más agresivo. Respondió a algún saque de aire y trató de apurar a la chapa, sin embargo, el de Leitza no tuvo premio y su descaro se tradujo en fallos. Aimar cerró con un gancho y se llevó un punto ante el rival más difícil del grupo, permitiéndose afrontar las citas ante Víctor y Elezkano con más tranquilidad.

Déjà vu el que se vivió ayer en el Labrit con un Aimar que volvió a vencer a Oinatz y que demostró por enésima vez que la jaula sigue siendo su territorio.