Como una serpiente. Reptando sigilosamente mientras acecha a su víctima. Así actuó Nicolas Roche. El ciclista del BMC se metió de lleno contra todo pronóstico en la lucha por el liderato de la Vuelta a España. La décima etapa permitió al irlandés nacido en Francia mantenerse en el podio de la carrera, aunque con una perspectiva totalmente diferente de la misma. Antes de la salida en Caravaca, Roche estaba a 1:05 de Chris Froome y tras la jornada de ayer, se colocó a nada más que 36 segundos, igualado con el segundo clasificado, Esteban Chaves. El maillot rojo aplaudió al irlandés por la carrera que está realizando: “Está en una forma fantástica en la Vuelta y hay que felicitarle”.
Roche no solo aguantó el esperado ataque de Vincenzo Nibali, sino que aprovechando la brecha que el siciliano abrió en el grupo del líder en el descenso del Collado Bermejo, lanzó un ataque que le permitió llegar 29 segundos por delante del resto de gallos. El propio ciclista del BMC declaró que fue algo que no estaba planeado: “El ataque ha sido totalmente improvisado. No tenía previsto lanzarme en el descenso”.
Hijo del mítico Stephen Roche -campeón en 1987 del Tour de Francia, del Giro de Italia y del Mundial- y primo del ciclista Daniel Martin, no dio sus primeros pasos en el deporte subido a una bicicleta. El balón fue su biberón deportivo. Empezó jugando al rugby y al fútbol, pero como muchos otros acabó siendo hipnotizado por el giro de las ruedas. Tras dos temporadas a buen rendimiento en categoría amateur, Roche, de 33 años, consiguió su primer contrato profesional en 2004 de manos del Cofidis. En las filas del conjunto galo, ganó el Tour del Porvenir en 2007, lo que llamó la atención del Crédit Agricole, que le sirvió de trampolín para llegar al AG2R en 2009.
líder de la vuelta en 2013 En 2010, Roche protagonizó un gran papel en la Vuelta, siendo el mejor de su equipo y quedando sexto en la general, y durante las grandes carreras de los siguientes cursos se vio implicado en varias de las escapadas de las etapas, algo que llamó la atención de Saxo Bank. En 2013, fue uno de los elegidos para ayudar a Alberto Contador, y ese mismo año ganó la segunda etapa de la Vuelta, incluso llegó a vestir el maillot rojo y terminó quinto en la clasificación general. Su idilio con la ronda española continuó en 2015, cuando militaba en el Sky, ya que volvió a ganar una etapa. Por lo que se puede considerar que la última gran carrera del año es la favorita de Roche, el ciclista que sin hacer mucho ruido se ha metido de lleno en la pugna por el liderato.