Bilbao - Aimar Olaizola y Mikel Urrutikoetxea se enfrentarán hoy en el frontón Bizkaia de Bilbao a Jokin Altuna y Beñat Rezusta en busca del título del Torneo 25 Aniversario Asegarce a partir de las 18.00 horas. El dueto de la promotora bilbaina cuajó una gran actuación en la semifinal ante Elezkano II-Zabaleta, a los que tumbaron con una propuesta bastante cercana a la del Parejas de 2016. El delantero de Goizueta está a un nivel rematador muy bueno y es un problema para cualquier contrincante.

Por otro lado, aunque en la eliminatoria del jueves los de Aspe sufrieron para embolsarse el billete a la pelea por el título, las certezas de su gran partido en la final del Torneo Bizkaia les avalan como una combinación de gran equilibrio. El delantero de Amezketa será de la partida en la cita sin ningún problema a pesar del pelotazo que recibió en la nuca en la semifinal.

cesta punta Imanol López continúa con su cuenta veraniega. El puntista de Zumaia volvió a coronarse ayer en el frontón Jostaldi de Hondarribia, donde se hizo con el Grand Slam junto a Mikel Egiguren frente a Aritz Erkiaga y Eric Irastorza, que ganaron la primera manga en juego (15-10). Los guipuzcoanos dieron la vuelta a la final con un 4-15 y en el desempate vencieron por 2-5.

Por otro lado, Pablo Fusto e Iker Gordon subieron ayer a lo más alto del podio del torneo villa de Bilbao al derrotar en una final de contrastes a Landeta-Ibargarai.La final, que se debatió ayer en el frontón Bizkaia ante la mirada de 400 espectadores, vivió esos contrastes. Las dos realidades de una moneda. Las diferentes versiones de una tormenta. En ese caos que fue el encuentro, con mejores prestaciones en los cuadros largos que en los alegres, Pablo Fusto e Iker Gordon se coronaron, dando la vuelta al partido, resurgiendo en un instante en el que pedían más un desfibrilador que gloria. Fue una voltereta forjada en su mayor solidez tras el cuarto set. El cimiento del cetro estuvo en encadenar un pelotazo más que sus contrincantes. Ni más ni menos. La incomodidad de Fusto transformó su versión a una más pragmática. Funcionó. Mientras, el guardaespaldas de Sopela, que bailó con la más fea -un Ibargarai estupendo, en su cénit: pegador y sólido-, fue sustrato para que creciera el título - I.G.V./N.G.