Imanol López (Zumaia, 1984) decidió en junio de 2015 frenar su camino en la cesta punta después de una década transitando por los frontones de Dania, Miami y Euskadi como uno de los mejores zagueros del panorama. Un año después le volvió a picar el gusanillo y redebutó en el frontón de la Complutense de Madrid, con victoria. Llegar. Besar el santo. Al desarrollar su vida profesional en Ciudad de México, la creación de Frontón México en la capital le vino como anillo al dedo. La excusa para volver. Regresó al frontón de modo permanente en la inauguración de la cancha azteca. Desde entonces, todo han sido loas. En el Jai Alai World Tour comenzó rutilante: ganó el Díez Barroso, el Master de Lekeitio, el Grand Slam de Gernika, el Master de Hossegor y el viernes se clasificó como finalista del Grand Slam de Hondarribia junto a Egiguren. A partir de las 18.00 horas de hoy, Imanol apuntará en el Bizkaia de Bilbao, en el descorche de la Aste Nagusia, al título Individual en frontón corto. Comienza su senda ante Xabier Barandika en cuartos de final.

Destaca el zumaiarra que aún no ha “tenido la oportunidad” de ensayar en el Bizkaia. “Después de tanto tiempo, se tratará de una adaptación rápida”, manifiesta López, quien cuenta que tiene “experiencia” en este tipo de citas. “Debuté con 19 años y, justo ese curso, se organizó un Individual en el Odieta de Zumaia, de 40 metros. Me fue bastante bien, pero me he acostumbrado a jugar otro tipo de torneos, en otro escenario”, revela el guipuzcoano. Considera que se trata de algo “diferente”. “Más que ser un aliciente, se trata de abrir mercado. Bilbao es una plaza muy importante, en la que la cesta punta tenía su nombre. Está muy bien recuperarla. Puede ser una modalidad nueva, pero nosotros somos los que nos tenemos que amoldar”, admite el de Zumaia, que agrega que “reducir a esta distancia el Individual hace que sea más vistoso para el público. No sé si me irá bien o mal, pero estoy muy contento por jugar”. Por otro lado, desliza los nombres de “Olharan, Hormaetxea y Egiguren” como “favoritos”. “Los rematadores son los más peligrosos en esta competición, porque tienen un gran perfil. A mí me cuesta más andar en la cancha. Alguna herramienta tengo para dar guerra”, dice. En el otro choque, Aritz Erkiaga y Mikel Egiguren reeditarán la final de 2013.

De cualquier modo, el torneo le viene en un gran momento de juego. El factor López. “Estoy disfrutando mucho. Cuando hice el break estaba un poco saturado. Me hacía falta descansar. Eso me vino bien, porque estoy disfrutando y valoro más cada momento”, espeta el de Zumaia, que ha vivido temporadas “maravillosas” en México y Euskadi. “Siempre he tenido ilusión, pero hacer lo mismo seis días por semana durante diez o doce años acaba por desgastar. Ahora estoy disfrutando porque estoy donde quiero estar”, declara.

Y, además, los resultados están llegando. “Lo de Gernika no sé cómo explicarlo”, revela López. Junto a Jean Olharan se impusieron en el Grand Slam a Xabi Barandika y Ekhi. El frontón reventó. “Hubo mucha gente joven y animación. Se vivió un ambiente espectacular. No es que ganáramos nosotros, es que lo hizo el deporte. Poder vivirlo fue increíble”, argumenta López, quien remata que “es uno de los escenarios más impresionantes que hay. No me impresiona como jugador, porque soy de los que se crecen con el público, pero no estamos acostumbrados a ver frontones llenos en Hegoalde. Es lo máximo”.

pala Por otro lado, el Villa de Bilbao de pala se abre hoy con la semifinal entre Gaubeka-Ibai Pérez y Landeta-Ibargarai. La eliminatoria estará flanqueada por los choques de cesta.