Duración: 45:05 minutos de juego.
Saques: 2 de Olaizola II (tantos 2 Y 3) y 1 de Irribarria (tanto 21).
Faltas de saque: Ninguna.
Pelotazos: 359 pelotazos en juego.
Tantos en juego: 5 de Olaizola II, 6 de Irribarria y 2 de Zabaleta.
Errores: 7 de Olaizola II, 4 de Imaz, 3 de Irribarria y 4 de Zabaleta.
Marcador: 4-0, 4-4, 5-4, 5-11, 6-12, 13-12, 13-15, 14-15 y 14-22.
Apuestas: Se cantaron posturas de salida de doble a sencillo a favor de Olaizola II-Imaz.
Incidencias: Partido correspondiente a la semifinal de la feria Villa de Zarautz de la LEP.M disputado en el frontón Aritzbatalde de Zarautz. Buena entrada. En el primer partido, Víctor-Ladis Galarza ganaron a Retegi Bi-Martija (11-22). En el tercero, Elordi-Lasa IV vencieron a Bakaikoa-Tainta (22-12).
zarautz - El Aritzbatalde de Zarautz era una fosa común llena de víctimas ajusticiadas por las manos firmes de Aimar Olaizola desde 2011. El frontón guipuzcoano era el escenario de un idilio del navarro con su frontis, su pared izquierda y un suelo sobre el que percutir un gancho mecánico, particular, perfecto en la refriega, más aún en Zarautz. La imagen le cambió ayer a Olaizola II porque se le transformó el mundo, se le alejó de su radio de acción. La clave: la pegada. La realidad: la distancia. Iker Irribarria y José Javier Zabaleta se marcaron un partido de mandíbula apretada para desmantelar las opciones del goizuetarra y Ander Imaz. La premisa fue similar a la que utilizó el aramarra en el Parejas, solamente que el decorado cambió a los guardaespaldas: de Beñat Rezusta al pegador de Etxarren. Al final, el resultado de la receta fue el mismo. La mezcla de dinamita y superioridad desmanteló el partido.
Ocurre que, al ser sometido Imaz, pelotari cumplidor que tuvo que soportar la tormenta, Olaizola II tuvo que tirar de experimento. De este modo, la hoja de servicio del navarro quedó tocada, extraño para un manista de su talla, segura y poco dada al yerro. Sumó cinco tantos, dos saques y siete fallos. La cita se diluyó en ese guion, porque estaba claro que las opciones de los de Aspe pasaban por que Aimar no acertara ni entrara demasiado en juego. La búsqueda fue descarada y fructífera. La seriedad y el empaque de Irribarria-Zabaleta fue la que acabó por desnortar la cita, igualada a mitad de tajo, pero determinada a tirones.
En los cuadros largos, a Zabaleta no se le notó demasiado la falta de actividad después de dos semanas sin partidos, enlazando problemas de manos derivados de una pelota que se le metió en la diestra en Bera. El de Etxarren tuvo que declinar su presencia en la final de Labastida el martes y ayer, sin embargo, pudo reponerse de las dudas iniciales para finalizar la cita con pose imperial. Así, el puño de hierro trajo réditos al de Etxarren y dio opciones a Irribarria, que supo rematar con seguridad cuando pudo.
En definitiva, en una versión seria e hipervitaminada, los de Aspe bajaron el telón al romance de Olaizola II con el tapete zarauztarra a base de garrote y sentido. Un plan perfecto: evitar a Aimar y sacar tajada de ello. La firma de los pegadores selló el billete a la final del Villa de Zarautz del próximo domingo. Oinatz Bengoetxea y Jon Ander Albisu son los otros opositores al cetro.
Los colorados comenzaron con el marcador a favor y la cátedra, muy decantada por ellos, no perdió la fe ni cuando pintaban bastos. A pesar de comenzar 4-0 y sumar dudas con la igualada a cuatro y a cinco, el dinero era de Olaizola II-Imaz en el 5-7 en contra. En ese tirón, Irribarria y Zabaleta abrieron una buena brecha (5-11).
Después, se recompuso Aimar. Los saques-remate cambiaron el signo de la contienda. El mando del goizuetarra cambió la brújula hacia el lado colorado (13-12). Pero fue un espejismo. Rápidamente llegó la vuelta. Los azules expusieron el empaque como razón e Imaz tuvo que tener los pies en el octavo cuadro. Así, encontrar pelota era una cuestión muy complicada. Aimar no volvió a disfrutar. El choque se esfumó en el vértigo de la pegada de los de Aspe (14-22).