Bilbao - La liga está de vuelta. El campeonato de la regularidad, destinado a marcar las diferencias entre los veinte equipos participantes al término del curso, vuelve a ponerse en marcha esta tarde en Butarque, donde Leganés y Alavés descorcharán a partir de las 20.15 horas la edición número 87 de un torneo que tocará a su fin el domingo 20 de mayo de 2018. Valencia y Las Palmas, con Mestalla como testigo, también se miden hoy en el primer día de competición de una liga en la que el Real Madrid, flamante campeón de la Supercopa de España, defiende el título logrado la pasada temporada.
El equipo dirigido por Zinedine Zidane, que se ha limitado a lucir su fondo de armario en un verano en el que el Barcelona, con Ernesto Valverde en el banquillo, trabaja contracorriente a fin de sobreponerse a la sensible marcha de Neymar, parte como principal favorito para volver a llevarse el gato al agua. Los dos últimos enfrentamientos entre ambos han servido para dejar al descubierto el estado de salud que presenta uno y otro club. Mientras en el bando blanco todo son sonrisas y motivos para soñar con los seis títulos puestos a su alcance esta campaña -Supercopa de Europa, Supercopa de España, Mundial de Clubes, liga, Champions y Copa-, en can Barça reina la desesperación.
El pesimismo se ha apoderado de una afición que ha visto volar a Neymar rumbo al París Saint-Germain sin que la junta directiva liderada por Josep María Bartomeu haya cerrado aún ninguna incorporación de cierto postín. Los 40 millones de euros desembolsados para potenciar la musculatura culé en el centro del campo con el brasileño Paulinho, así como los 30 millones invertidos en la contratación del lateral portugués Nélson Semedo, suplente en los dos primeros partidos oficiales del Barcelona, no han levantado el ánimo de una hinchada que espera las ansiadas llegadas de Philippe Coutinho y Ousmane Dembelé para recuperar la ilusión y reponerse del varapalo sufrido en la Supercopa, arrebatada por un enrachado y consistente Real Madrid por un resultado global de 5-1.
EL RETO “DIFÍCIL” DE VALVERDE En su primer curso al frente de la nave azulgrana, Valverde deberá levantar por tanto el vuelo de un equipo en el que aspiraba a encontrar y superar un reto “difícil”, pero en el que solo ha hallado problemas desde su llegada. La última ha sido la lesión de rodilla sufrida por Luis Suárez en el Santiago Bernabéu y que mantendrá al uruguayo alejado de los terrenos de juego durante el próximo mes. Gerard Piqué, por su parte, es duda para el primer partido de liga ante el Betis en el Camp Nou por una sobrecarga muscular.
Las malas noticias, así pues, se amontonan en torno a un club que presenta heridas internas que solo los resultados podrán cerrar. A ellas hizo referencia el propio Piqué tras caer por 2-0 en el Bernabéu. “No estamos en el mejor momento, ni como equipo ni como club, pero debemos estar lo más juntos posible y remar hacia adelante, sabiendo convivir con la derrota y aceptando que el Madrid ha sido mejor”, señaló el internacional catalán.
Sobre el césped, la imagen de la frustración la escenificó Leo Messi, cuyo contrato con el Barça finaliza al término de la presente temporada. Su renovación está “hablada” y “acordada”, según advirtió ayer Jordi Mestre, vicepresidente deportivo del club, quien agregó durante la presentación de Paulinho que “solo estamos a la espera de fijar una fecha para la firma”. En la memoria de los aficionados culés retumban, sin embargo, las recientes declaraciones del propio Mestre en torno a la continuidad de Neymar en la entidad azulgrana. “Estoy seguro a un 200 por cien que se va a quedar”, llegó a afirmar el vicepresidente del Barça, quien incidió ayer en torno a la renovación de Messi que “todo pinta muy bien. Me sorprendería mucho que al final la firma no se llevase a cabo”.
Con el astro argentino como principal baza del Barcelona para recuperar el trono perdido en liga, competición en la que los catalanes han impuesto su ley en cinco de las siete ediciones celebradas en esta década, Valverde intentará sacar el máximo jugo posible a un equipo al que el Real Madrid amenaza con superar a base de juventud y fondo de plantilla. Zidane, no en vano, cuenta con un amplio abanico de posibilidades para afrontar cada envite de una liga que arranca el domingo en Riazor para los blancos y que encara siendo el rival a batir tras sus últimas conquistas a nivel estatal e internacional.
eL ATLÉTICO, LA ALTERNATIVA El tercero en discordia, el Atlético, enfoca la nueva campaña sin haber podido mejorar su plantel en verano debido a la sanción de la FIFA, aunque Vitolo, a préstamo en Las Palmas, se incorporará a la disciplina colchonera el primer día de 2018. Está por ver si también lo hace entonces Diego Costa, quien suspira por abandonar el Chelsea para regresar a un Atlético que vuelve a presentarse como la alternativa más firme a Madrid y Barça.
Los pupilos de Diego Simeone, campeones de liga en 2014, volverán a hacer de la solidez defensiva su principal arma, con Antoine Griezmann como baza a explotar. El ariete francés, en la que apunta a ser su última temporada en el club madrileño, será un año más la estrella de un equipo que llevará a cabo el próximo 16 de septiembre su mudanza al estadio Wanda Metropolitano. Tras despedirse del Vicente Calderón ante el Athletic en partido oficial, los colchoneros debutarán en su nuevo coliseo frente al Málaga en la cuarta jornada del campeonato, que marcará en mayo la identidad del nuevo campeón.
Barça y Madrid, con el Atlético al acecho, asoman en la parrilla de salida en medio de una nueva pugna de altos vuelos. La liga, con todo preparado, arranca a las 20.15 horas.