Duración: 80:37 minutos de juego.
Saques: 1 de Urrutikoetxea (tanto 21) y 1 de Altuna III (tanto 8).
Faltas de saque: Ninguna.
Pelotazos: 691 pelotazos en juego.
Tantos en juego: 13 de Urrutikoetxea, 2 de Albisu, 9 de Altuna III y 3 de Merino II.
Errores: 3 de Urrutikoetxea, 6 de Albisu, 3 de Altuna III y 3 de Merino II.
Marcador: 0-1, 1-1, 2-2, 3-3, 7-4, 8-4, 8-5, 8-8, 9-8, 10-9, 10-10, 11-10, 15-11, 18-12, 18-18, 219-19, 21-20, 21-21 y 21-22.
Apuestas: Se cantaron posturas de salida a la par.
Incidencias: Final de la feria de la Virgen Blanca disputada en el frontón Ogueta de Gasteiz. Buena entrada. Jokin Altuna se llevó el Memorial Ogueta que le acredita como el mejor pelotari de la feria alavesa. En el primer partido, Ugalde-Irusta ganaron a Peña II-Salaberri (18-10). En el tercero, Víctor-Imaz vencieron a Jaka-Jaunarena (18-13).
GASTEIZ - Jokin Altuna y David Merino se llevaron el martes por la noche la feria de La Blanca por los pelos. Por un suspiro en el luminoso. Por una dejada en la punta del osado amezketarra con el 21 iguales, siempre en el alambre. Por la gran imagen del riojano, superado pero entero, con la virtud del espartano, de la hormiga obrera, del soldado. Marcó el de Villar de Torre un aquí estoy yo mientras el asedio se le escapaba de las manos a Mikel Urrutikoetxea y, sobre todo, a Jon Ander Albisu, pelotari que sacó en el Ogueta de Gasteiz la cara y la cruz. Y, entretanto, a petición del propio Merino II en su paso por el vestuario en el 18-11, ya con la sensación de que no quedaba más cera que la que ardía, que era momento de claudicar, de echar rodilla a tierra, el joven guipuzcoano tomó el mando. No solo vive de lucidez y brillo, sino también trabajo y empaque. Las botas puestas.
Ocurre que se marchitó la gran propuesta de Urrutikoetxea y Albisu en una segunda parte de compromiso para olvidar y llena de infortunio. Estando la final desnivelada a su favor, tocada por las estocadas de un encuentro duro y de muchos pelotazos, de los de campeonato, el vizcaíno y el ataundarra sufrieron un cortocircuito. El guipuzcoano, que destacó durante su primera parte, fue el amo y señor de la cita hasta el naufragio. En ese momento, perdió el timón. Los azules se acercaron. El aliento en el cogote sentó fatal a los colorados, sin las diferencias del pegador y la versatilidad de Urrutikoetxea en el remate. La mezcla de elementos sintonizó a Altuna y invistió de galones a Merino, luchador incombustible. El choque quedó igualado y superado. Una tacada de ocho tantos puso pimienta.
Tomó el mando el de Zaratamo para tratar de paliar los dolores. Artificiero, Urrutikoetxea quiso imponer la lógica de un comienzo bueno para romper la final y embolsarse el título. Todo entrañas y talento. Entró de aire para igualar a 19, una parada al txoko tocó ventaja y el 21-19 fue un saque.
La clave estuvo entonces en una ejecución errónea de Albisu. El tanto, colorado por dominio, pegada y sentido, quedó a un zurdazo del título. Besó el colchón la escapada. Jon Ander erró otra vez para colocar el 21 iguales. Y, ahí, en ese instante, tras brillar después del 18-11, Altuna selló el triunfo con una dejada abierta en la punta a la que era imposible llegar.
Entonces, se esfumó el título para Urrutikoetxea y Albisu y su primera parte de escándalo. Se amargó el buen sabor de boca del guipuzcoano, magnífico en la cara y deslucido en la cruz, en el meollo. Se rompió el equilibrio con el que empezaron, dominando 7-3 y 15-10, apenas registrando vaivenes con la igualada a ocho y a diez. Se les perdió el guion del partido y todo quedó olvidado en una huida hacia adelante en la que hubo marejada y Altuna fue el que pescó en el río revuelto. A los colorados les metió el tembleque el amezketarra con cuatro remates seguidos y no pudieron darle la vuelta. Sí que expuso Mikel razones al final, con trabajo y riesgo, pero el cardenal en el dueto era ya un abismo. No se recuperaron. No cerraron la cita en el instante exacto y lo pagaron. Muy caro. La cuenta se la llevó Altuna, por genio, carácter y arrestos, galardonado como el mejor de la feria; pero también un Merino II de punta en blanco. El zaguero riojano fue el más activo. El más atacado. Medalla a la supervivencia.