Bilbao - Fue en 2014. Lo recuerda Aitor Irusta (Munitibar, 1992). “Disputé el torneo DV junto a Iker Irribarria y lo hicimos muy a gusto. Es un delantero de los grandes. Estoy seguro de que me sentiré cómodo jugando en Zeanuri con él y espero que él lo esté conmigo”, destaca el guardaespaldas, quien afronta hoy, a partir de las 17.00 horas, la semifinal del torneo Bizkaia de mano profesional. El 23 de diciembre de aquel curso, el binomio formado por el zurdo de Arama y el zaguero vizcaino, un dechado de potencia, terminó la competición con la txapela en el bolsillo, después de imponer su ley en una final decantadísima ante Eneko Labaka y Eneko Aizpitarte, a los que arrollaron. Comenzaron 0-10 y acabaron 7-22. Irribarria e Irusta aplicaron el rodillo. El guipuzcoano terminó nueve tantos y el vizcaino, dos. Solamente fallaron una pelota en toda la final, debatida en poco más de cuarenta minutos y 312 pelotazos.

La combinación llegó a ese choque después de eliminar en octavos de final, en Idiazabal, a Dorronsoro-Santxez (22-14); en cuartos, en Soraluze, a Darío-Arratibel (22-12) y en la semifinal, en Donostia, a Urbieta-Erostarbe (22-12). De paseo militar en paseo militar. Irribarria todavía estaba en edad para jugar en promesas y ganaron el título sénior. Un hito.

Así las cosas, el munitibarra es el único vizcaino en liza en el torneo Bizkaia y forma parte del equipo Sollube junto al zurdo de Arama -con el que jugará por parejas-, Darío Gómez -mano a mano- y Aitor Mendizabal -cuatro y medio-. Enfrente, el tándem Gorbeia llega con la confianza de haber eliminado por el camino a Ganekogorta, imponiendo la solvencia de su manomanista Jon Jaunarena y del dueto compuesto por unos temibles Jokin Altuna y Beñat Rezusta, con un traqueteo importante en verano. El contrastado Julen Retegi se desempeña en la jaula como especialista con pedigrí.

Destaca Irusta que “se trata de una oportunidad muy bonita para mí”. Y es que, el munitibarra, después de disputar el torneo de Lekeitio de 2015 junto a Martínez de Irujo, no había vuelto a la palestra estelarista en ferias veraniegas. En los Sanantolines no tuvo suerte. Cayó en la semifinal por 12-22 ante Ezkurdia-Merino II. “Quiero agradecer a la empresa la confianza que ha depositado en mí con una buena actuación en mi partido. Mi idea es salir a jugar bien y dar una buena imagen. Y si luego sacamos los puntos para llegar a la final, bien. Pero en principio estoy centrado en lo mío”, manifiesta el vizcaino, quien se encontrará en el Municipal de Zeanuri un buen “escaparate” para mostrar su juego. “Jugar en Bizkaia, siendo vizcaino, es algo que me motiva. Estoy contento. Lo único malo del torneo es que en la presentación no me tocó mi monte: Oiz. Pero da igual. Estoy contento. Espero dar un buen nivel”, cuenta con una sonrisa el pelotari de Munitibar.

TAREA COMPLICADA Visto el panorama desde que se desperezó el remozado campeonato veraniego, Irusta tenía claro que le iba a tocar trabajar duro. Y es que, a semifinales iba a llegar un homólogo de “primerísimo nivel”: o José Javier Zabaleta o Beñat Rezusta. Es decir, un campeón del Parejas, ya que el navarro lo fue en 2013 y el guipuzcoano este mismo curso. Finalmente, fue el zurdo de Bergara el que obtuvo el billete a la antesala de la final con un gran juego. Un pegador instalado en la élite, quizás el más determinante, se asomará a los dominios del de Munitibar. “Intentaré hacer mi juego y darlo todo”, sostiene y agrega que “aquí todo el mundo tiene un gran nivel y me tocará salir a por todas”. La cita pasa por evitar a Jokin Altuna en los cuadros alegres. Todo ello supone carga extra para el pelotari de Bizkaia, al que se le puede acumular el trabajo. No obstante, la cercanía de un compañero como Irribarria, con dos manos muy potentes, debería rebajarle el tajo. Domar al bergararra supondrá una cuestión complicada, dada la electricidad de su zurda, su regularidad en el golpe y la facilidad para moverse. El último en ponerle contra las cuerdas fue Zabaleta, otro gran pegador, en Ordizia. Será una tarea mayúscula. Una medida para valorar el estado de juego del zaguero. Una prueba. La oportunidad Irusta, quien aspira a “jugar un buen verano”. “Ese es mi objetivo durante estos tres meses”, finaliza.