madrid - El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz decretó ayer el ingreso en prisión incondicional para el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Ángel María Villar, su hijo Gorka y el vicepresidente económico Juan Padrón, por desvío de fondos del organismo a empresas vinculadas por la trama.
El juez que investiga la operación ‘Soule’ atiende la petición de la Fiscalía Anticorrupción para todos ellos y para el cuarto detenido, el secretario de la Federación Tinerfeña, Ramón Hernández, a quien envía a prisión eludible bajo el pago de una fianza de 100.000 euros, según informan fuentes jurídicas.
En el auto, Pedraz les imputa los delitos de administración desleal, apropiación indebida, estafa, falsedad documental y corrupción entre particulares y justifica la adopción de medidas cautelares ante “la gran capacidad económica de la que disponen” y para evitar la obstrucción de la investigación ya que se encuentra pendiente de analizar toda la documentación ocupada en los registros.
El juez apunta que al menos desde 2009 Villar creó un entramado que ha permitido la desviación de fondos tanto públicos como privados de la RFEF y organismos vinculados a ellos como la propia Fundación y MUPRESFE (Mutualidad de Previsión Social de Futbolistas Españoles a Prima Fija) estableciendo un “clientelismo” tanto en la contratación del personal que recae en familiares de los acusados como en la presunta adjudicación arbitraria de contratos de suministros.
A lo largo de 44 folios el magistrado apunta que los acusados cometieron estos hechos con la voluntad “de enriquecerse y favorecer el enriquecimiento de terceros”.
Todos ellos han prestado declaración ante el titular del Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional que les ha interrogado por el presunto cobro de comisiones y por los negocios del Grupo Santa Mónica que habrían supuesto un perjuicio económico para el organismo, que según algunas fuentes supondría alrededor de 50 millones de euros.
LOS CASOS SE SOLAPAN La operación “Soule”, por la que el juez Santiago Pedraz ha ordenado prisión provisional para Ángel María Villar, se solapa con los procedimientos que éste tiene pendientes de resolución, en los casos Marino, Recreativo y Haíti en el juzgado de instrucción número 4 de Majadahonda, en el que declaró como imputado.
Las ayudas presuntamente irregulares a los clubes Marino y Recreativo son el objeto de una de ellas y la posible prevaricación, apropiación indebida y malversación de 1,2 millones de euros de una subvención del Consejo Superior de Deportes (CSD) dan contenido a la otra.
El otro caso viene de la denuncia por el mal uso de una subvención del CSD concedida en 2010, que preveía, entre otras cosas, la edificación de una escuela de fútbol en Haití de 220.000 euros que nunca se hizo, obligó a la RFEF a devolver 1,5 millones de euros al organismo, que se lo reclamó tras comprobar que no se empleó en lo previsto.
La Fiscalía Especial contra la Corrupción se sumó a esta denuncia, que obligó de nuevo a Villar a declarar en el juzgado a principios de este mes, además de la imputación del administrador federativo, José María Castillón, despedido en abril, y del exsecretario general Jorge Pérez.
Otra denuncia anterior contra Villar se saldó sin consecuencias para él, ya que el pasado enero, el mismo juzgado de Majadahonda, rechazó la querella que interpuso también Galán por un “presunto delito de prevaricación por dilatar injustificadamente” las elecciones a la presidencia. Éstas debían haberse celebrado en el año 2016 y se retrasaron hasta el pasado 22 de mayo. -Efe/E.P.