La feria de San Fermín se cerró con un protagonista absoluto: Joseba Ezkurdia. Con el permiso de Aimar Olaizola, campeón del Cuatro y Medio iruindarra, el delantero de Arbizu se abrazó a una versión agresiva y sólida, ayudada por el impulso de Beñat Rezusta, y que le valió el título a mejor pelotari del torneo, así como el trofeo de campeón. El zaguero zurdo de Bergara fue el que le sirvió en bandeja de plata los dos últimos choques de la combinación en la cita navarra, en las que los dos manistas rayaron a un nivel increíble y la imagen rematadora del de Sakana fue arrebatadora. En esa fotografía, Ezkurdia encontró un camino marcado desde hace tiempo, pero al que le había costado acceder. Siendo un pelotari de características físicas poderosas, cada vez más veloz en las distancias cortas, muchos críticos le achacaban que le faltaba instinto carnívoro en los cuadros alegres. En el Labrit, el arbizuarra se pegó un festín. Es el camino de la chistera. No hay miedo. Cuenta el delantero que la feria, la primera del verano y la más larga e importante junto a la de San Mateo, salió “redonda”. El dueto de Aspe, no obstante, ya conocía lo que era vencer en citas de tamaño calado, pues fueron campeones en el torneo riojano del curso pasado. “Las cosas nos han salido bien tanto a Beñat como a mí en el primer torneo. Es para estar contentos”, considera el pelotari. De hecho, tan redonda salió la pareja que la promotora de Eibar volverá a apostar por ella para La Blanca. “Es la primera vez que llegaba a la final de Iruñea y estoy muy feliz por haber conseguido el título junto a Beñat. Estoy muy contento”, sostiene Ezkurdia, quien desbroza que todo es cuestión de “rachas”. “Lo importante es disfrutar de estos momentos buenos. Hay días en los que cualquier pelota mala que tocas acaba siendo tanto y otros en los que no te sale nada cuando vas al remate, aunque te encuentres bien. Hay que aprovechar estas rachas buenas y tratar de alargarla”, declara el delantero navarro. Con todo, Ezkurdia es consciente de que el duende es caprichoso. “He pasado una época en la que he tenido problemas de manos y también en la espalda. En el Cuatro y Medio contra Mendizabal III lo noté. Le he podido dar la vuelta”, analiza el campeón de San Fermín, que admite una transformación en la mentalidad. Por otro lado, el poderoso delantero lanza loas a su compañero, Rezusta, actual campeón del Parejas junto a Iker Irribarria. El zaguero zurdo de Bergara es un dechado de virtudes, un machete, capaz sujetar, pegar y cubrir cancha. “En La Blanca saldré otra vez con Beñat y creo que es el pelotari que marca mas diferencias atrás: le da mucho, es muy constante, no falla, empieza a un ritmo y acaba al mismo? Es una gozada jugar con él. En Iruñea estuvimos a gusto y es un placer volver a vestirme de blanco junto a él en Gasteiz”, señala el navarro, quien prosigue que “Rezusta está a un nivel muy bueno”.