LONDRES - Comprarse un traje era la preocupación de Garbiñe Muguruza tras proclamarse ganadora de Wimbledon. Y es que hoy se celebrará la gala de campeones “y no tengo nada que ponerme”. A la vasco-venezolana le gustaría compartir ese momento con Roger Federer, “ver si es también elegante bailando”, pero con lo que se queda al final es con su segundo título de Grand Slam, que ya es suyo para siempre. “Este año llegué pensando que estaba preparada. Me iba sintiendo mejor cada partido y creo que he jugado bien. Luego, ha sido increíble ver mi nombre ahí puesto en la pared de vencedores”, destacó Muguruza en la rueda de prensa oficial.
En ella, admitió que la clave del partido había estado en la paciencia con que lo había afrontado. “Creo que he sabido restarle, ha sacado muy fuerte y yo he sabido ser agresiva, pero también he sabido trabajar el punto y jugarlo. Ha sido una combinación de ser agresiva y saber jugar”, comentó. Los apuros que pasó en el décimo juego del primer set, cuando salvó dos pelotas decisivas, formaron parte de ese plan ya que “me esperaba a la mejor Venus, sabía que me iba a hacer sufrir y que tendría que luchar contra ella. Cuando tuvo los dos puntos de set en contra, supe que era algo que podía pasar y pensé que no había que hacer un drama”.
Muguruza reconoció de nuevo que lo que le motivan son los grandes escenarios: “Cuando llegué a la central y la vi tan llena y con el techo cerrado, pensé: aquí es donde quiero estar”. Y confesó que al principio de su carrera no le gustaba la hierba, pero ya ha jugado dos finales en Wimbledon porque “me dije que no debía quejarme. Con mi tipo de juego podía hacerlo bien y so está pasando”.
Pasados los fastos protocolarios de hoy, la vasco-venezolana espera “disfrutar”. “Cuando gané Roland Garros se me pasó volando y no disfruté lo suficiente. Quiero ser consciente de lo que he conseguido y disfrutarlo”, recalcó. La temporada y su posición en el ranking cobran nuevos bríos, aunque “hay mucho movimiento ahí arriba”. Muguruza se ve “como una amenaza para ganar a cualquier otra jugadora”, pero aseguró que no piensa en alcanzar el número 1 del mundo. “Me gusta más ganar torneos así que ser número 1”, aseguró por si quedaba alguna duda.
derrota aceptada La nueva campeona de Wimbledon puede ser elegida persona non grata en la familia Williams después de haber ganado a las dos hermanas en finales de Grand Slam, pero las derrotadas siempre han tenido buen perder. Venus aceptó con deportividad el resultado de ayer porque “Garbiñe ha competido realmente bien, se las ha arreglado para jugar mejor”. “Yo tendría que haberlo hecho un poco mejor para tener opciones de ganar”, asumió Venus, que no dio importancia al 6-0 del segundo set ya que “cuando estás dentro no piensas en el resultado, solo en ganar”.
A Venus Williams, de 37 años, se le fue su segunda final de Grand Slam de 2017, aunque ella se mostró segura de que podrá tener más oportunidades: “Siempre hay lecciones que aprender de los partidos que ganas y de los que pierdes. Así que definitivamente tendré algo que aprender de este”.
71 jugadoras han ganado a lo largo de la historia al menos dos torneos de Grand Slam. 27 lo han conseguido en la Era Open y solo nueve de ellas están en activo.
Solo 3 jugadoras en activo han conseguido imponerse en Roland Garros y Wimbledon: Serena Williamas, Maria Sharapova y Garbiñe Muguruza.
7 jugadoras han ganado Wimbledon en lo que va de siglo: las dos hermanas Williams, Kvitova, Mauresmo, Bartoli, Sharapova y Muguruza.