LONDRES - Garbiñe Muguruza tuvo que pasar ayer por el trámite de expresar qué siente antes de afrontar su segunda final de Wimbledon (15.00 horas, #0) y tuvo que referirse varias veces a la anterior, la de hace dos años, como si entre medias no hubiera habido otra. Y es que la gran diferencia entre la jugadora de 2015 y la de 2017 es que la vasco-venezolana ya es campeona de Grand Slam, lo que cambia de forma notable las sensaciones previas a una gran cita. “Voy a tener que jugar muy bien, tener acierto y salir a la pista lo más tranquila posible, tampoco hay mucho secreto”, comentó Muguruza, que encara la cita con más calma, orden en su día a día y una dosis de experiencia que siempre viene bien.

Hace dos años, empezó el partido muy bien contra Serena Williams, pero en el tramo central la estadounidense la sobrepasó y aunque luchó para llegar a un 5-4 en el segundo set desde un 5-1 y bola de partido en contra, su juventud le pasó factura. Ahora, tiene otro detalle a su favor y es que si hay alguien parecida a Serena es Venus, no en vano han ganado doce de los últimos diecisiete títulos de Wimbledon. Sin la potencia de la 23 veces ganadora de Grand Slam, la hermana mayor pega fuerte y está en una gran condición física pese a sus 37 años. De hecho, esta es su segunda final grande del año, algo que nadie ha logrado a su edad. “Lo que me sorprende es que todavía siga jugando, que tenga esa motivación de jugar y esa hambre. El hecho de que todavía tenga esa hambre. No me imagino yo así a su edad”, confesó la de Caracas al hablar de su rival, que en su camino a la final tuvo a tres jugadoras menores de 20 años: Osaka, Konjuh y Ostapenko.

En cuanto al plan de juego, reveló que será primordial “ser agresiva y no dejar bolas a media pista a una de las mejores jugadoras sobre hierba”. Muguruza ganó a Venus Williams hace un año en Roma, “pero era una superficie distinta y aquí habrá peloteos más rápidos”. Sin embargo, el primer paso debe ser mental y Garbiñe Muguruza llega cargada de confianza: “Quiero salir a la pista y pensar que puedo ganar y creérmelo. Saber lo que has sentido antes ayuda. Intento no cambiar muchas cosas porque estoy jugando a un nivel alto”.