La liga no está de rebajas, pero casi. A falta de mes y medio para el cierre del mercado estival son numerosos y destacados los jugadores que han hecho las maletas para probar fortuna en el extranjero y decir así adiós a un campeonato que ve partir a su clase media sin la posibilidad de frenar tan acusado movimiento migratorio. Las grandes estrellas, siempre cuando Cristiano Ronaldo no vuelva a poner en jaque al Real Madrid en lo que resta de verano, no amenazan con salir rumbo a otras ligas, pero sí lo ha hecho ya un elevado número de futbolistas con marcado peso específico en sus equipos, seguidos bien de cerca por clubes europeos, asiáticos y americanos con envidiable poder adquisitivo.

Es precisamente la bonanza económica que presentan entidades futbolísticas de buena parte del mundo, con la Premier League a la cabeza debido a unos poderosos y bien repartidos derechos televisivos que permiten a sus clubes más modestos afrontar fichajes que solo parte media-alta de la tabla podría acometer en España, lo que está dejando a LaLiga Santander sin muchos de sus actores principales. A estas alturas del verano son pocos los equipos que pueden presumir de haber evitado fugas de gran envergadura. Uno de ellos, para satisfacción de la parroquia rojiblanca es el Athletic. Atrás quedaron los años en los que Javi Martínez, Fernando Llorente o Ander Herrera decidieron abandonar Bilbao para fichar por el Bayern Munich, Juventus y Manchester United, respectivamente. El presente dibuja un escenario más sosegado en el entorno bilbaíno, con la inminente renovación de Kepa Arrizabalaga como única tarea pendiente en cuanto a la plantilla heredada por Ernesto Valverde hace referencia.

Las turbulencias asoman lejos de la capital vizcaína, aunque tampoco a excesiva distancia. La Real Sociedad, por ejemplo, ha visto cómo Yuri Berchiche, tras completar una magnífica temporada, solicitaba ser traspasado al París Saint Germain de Unai Emery. La operación se consumó el pasado viernes, dejando en las arcas del cuadro txuriurdin cerca de 15 millones de euros y, al mismo tiempo, un considerable vacío en el lateral izquierdo, donde el jugador que se incorpore a la disciplina donostiarra y el portugués Kevin Rodrigues, internacional sub’21, deberán dar el do de pecho para paliar los efectos negativos que trae consigo la marcha del defensa zarauztarra. En el eje de la zaga, para más inri, es Iñigo Martínez quien podría dejar una vacante, dado el fuerte interés del Inter de Milán en hacerse con sus servicios.

Quienes ya se han despedido de la liga son los capitanes de cuatro equipos: Vicente Iborra (Sevilla), Ignacio Camacho (Málaga), Enzo Pérez (Valencia) y Rubén Castro (Betis), quienes se han comprometido con el Leicester, Wolfsburgo, River Plate y Guizhou, respectivamente, siendo este último el equipo chino en el que ha recalado Rubén Castro en condición de cedido hasta el próximo 31 de diciembre. A los futbolistas citados se suman, además, otros que han volado hacia el extranjero tras presumir de capitanía en distintos momentos y circunstancias, como Pepe (Real Madrid), Mateo Musacchio (Villarreal) y Germán Lux (Deportivo). Todos, sin excepción, han dejado atrás un buen puñado de experiencias y responsabilidades para enrolarse en nuevas aventuras lejos de la liga.

El caso del málaga El club de Primera División que más salidas de contrastada relevancia presenta es el Málaga, con diferencia. El equipo de la Costa del Sol, que dará continuidad a la apuesta por Míchel en el banquillo, afrontará el inicio de la temporada 2017-18 con notables ausencias en su plantel. A la ya citada marcha del capitán Camacho, por quien el Wolfsburgo alemán ha puesto encima de la mesa 15 millones de euros, se une la venta del delantero Sandro Ramírez al Everton por 6 millones y la salida del club del guardameta Carlos Kameni, quien ha encontrado acomodo en el Fenerbahçe tras rescindir su contrato con la entidad andaluza.

Se trata de tres pérdidas importantes en el marco de la liga española, incapaz de taponar unas fugas que ni mucho menos están acarreando un desembolso desproporcionado a los clubes compradores. Los 18 millones invertidos por el Milan en el fichaje de Musacchio corresponden al traspaso más elevado en lo que a cifras se refiere. Por detrás de dicha transacción, así como las de Camacho y Yuri asoman las ventas de Iborra al Leicester, también por 15 millones; el canario Roque Mesa al Swansea (13 millones), el delantero madridista Mariano al Olympique de Lyon (8 millones), el ya exsevillista Rami al Olympique de Marsella (6 millones), el exmalaguista Sandro al Everton por un montante económico que asciende también a los 6 millones de euros o el brasileño Deyverson, que ha recalado en el Palmeiras por 5,5 millones tras militar la pasada campaña cedido en el Alavés, pues figuraba en propiedad del Levante. No se han producido, por tanto, gastos desorbitados a la hora de seducir a jugadores pertenecientes a la clase media de la liga. Tampoco, de hecho, para llevar al colombiano James Rodríguez del Madrid al Bayern Munich, que ha recurrido a la vía de la cesión de cara a las dos próximas temporadas para hacerse con el centrocampista, por cuyos servicios pagará 10 millones de euros al club blanco.

Ventas superiores en 2016 En comparación con el verano del año pasado, cabe destacar que un buen puñado de equipos de la máxima categoría del fútbol estatal logró sacar entonces mayor tajada por jugadores que habían obtenido un poderoso impacto en la campaña previa. Entre las principales ventas realizadas al extranjero, teniendo en cuenta las superiores a las del verano actual, se recuerdan las de Shkodran Mustafi, del Valencia al Arsenal (41 millones); Eric Bailly, del Villarreal al Manchester United (38 millones); Grzegorz Krychowiak, del Sevilla al PSG (33,6 millones); Jesé Rodríguez, del Madrid al PSG también (25 millones) o Lucas Pérez, del Deportivo al Arsenal (20 millones).

Fueron, también, traspasos con la antigua clase media de la liga de por medio, la cual vuelve a hacer las maletas con destino a otros paisajes futbolísticos, encantados de recolectar talento que se desliga de la liga española sin opción a réplica. El presente, no en vano, dibuja un escenario distinto al de tiempo atrás, cuando las fugas al extranjero no resultaban una constante. Sí lo son en la actualidad, hasta el punto de desconocerse cuántos jugadores con marcado peso específico en sus clubes pueden abandonar también la liga antes del inicio del próximo curso. Diego Alves, portero del Valencia, podría ser el próximo al tener ofertas para regresar a Brasil.