La victoria en la pasada Eurocopa de Francia el 10 de julio de 2016 supuso para Portugal su primer título oficial en el mundo del fútbol, lo que se ha convertido en todo un símbolo de orgullo nacional, rodeado de numerosos homenajes y actos sociales.

Un desconocido e, incluso, infravalorado Éder fue, en un primer momento, el gran ídolo nacional, tras el tremendo zapatazo en el minuto 109, que hacía subir el único tanto en la final contra Francia, la anfitriona del torneo. Para agrandar aún más su leyenda, días más tarde se supo que el delantero de Guinea Bissau contó en el último año con la ayuda de la psicóloga y terapeuta lusa Susana Torres, que fue la artífice de que este futbolista de 29 años -ahora en el Lille francés- no dejara el fútbol a consecuencia de su falta de motivación.

Las lágrimas de Cristiano Ronaldo, cuando tuvo que ser sustituido en el minuto 25 de la final, también fueron otro de los símbolos que engrandecieron aún más la selección portuguesa que dirigía Fernando Santos. En esa final, el técnico portugués tuvo como segundo a todo un Ronaldo que decidió colocarse en la banda para aleccionar a sus compañeros.

Su trayectoria y su primer título valieron para que Cristiano Ronaldo fuera homenajeado de nuevo en su tierra natal, Funchal, en loor de multitudes, rodeado de sus familiares y amigos de barrio y en una foto donde también posaron todos los gobernantes portugueses. Fue en el pasado mes de marzo cuando el aeropuerto de la capital del archipiélago de Madeira pasaría a llamarse Cristiano Ronaldo para, así, agradecer todo lo que el “crack” luso ha hecho por su tierra y, a su vez, para utilizar su nombre como reclamo turístico. Otro de los protagonistas fue el busto de bronce que se descubrió en los accesos de este aeropuerto, que fue motivo de chanza en todo el mundo por la falta de parecido con el futbolista del Real Madrid.

Otro de los héroes sociales, el portero Rui Patricio, que, especialmente en la final, fue decisivo con sus intervenciones, con una parada casi imposible al francés Antoine Griezmann. Hoy, Rui Patricio está inmortalizado en su ciudad natal, Leiria, situada en el Centro de Portugal -al norte de Lisboa-, donde se luce una estatua del cancerbero de 6 metros de altura.

Sin embargo, todas las ilusiones depositadas en una de las jóvenes promesas lusas que explotó en la pasada Eurocopa, Renato Sanches, se disiparon tras su traspaso del Benfica al Bayern de Múnich, ya que Ancelotti apenas le dio minutos la pasada campaña. Incluso, el joven mediocentro fue apartado del primer equipo para engrosar la lista de la Sub-21, por lo que no acudió a la Copa de Confederaciones, donde Portugal hizo un buen papel con un tercer puesto.

De aquella Selección de Portugal de hace un año, aún quedan algunos jugadores de consagrada trayectoria, como Nani, Pepe, Adrien Silva o Quaresma, que aún tienen mucho que decir para que el combinado de las “Quinas” se clasifique para el próximo Mundial de Rusia. Portugal, cuarta en el ránking mundial de selecciones tras el excelente papel en la Copa de Confederaciones,a ún no tiene encarrilada la clasificación para Rusia, ya que en la fase de grupos es segunda a 3 puntos de la difícil Suiza. Sin embargo, un año después de la victoria en la Euro, su tercer puesto en la Copa Confederaciones y el omnipresente Cristiano Ronaldo permiten que los aficionados lusos sueñen ahora con el Mundial de Rusia del próximo año.