GASTEIZ - La operación de búsqueda de los alpinistas Alberto Zerain y Mariano Galván, que llevan sin establecer contacto desde el pasado sábado, cuando estaban situados a una cota de 6.112 metros, está sujeta a las condiciones meteorológicas, que serán las que determinen si un helicóptero puede sobrevolar la zona del Nanga Parbat (8.126 metros) desde la que se emitieron las últimas señales del geolocalizador que portan los montañeros, así como sus alrededores. Y ayer, al igual que en la jornada del miércoles, las malas condiciones climatológicas frenaron la actividad de localización.

Así como el miércoles un helicóptero pudo volar durante alrededor de tres horas en busca de los expedicionarios, aunque sin noticias de los desaparecidos, la operación se vio suspendida por la falta de visibilidad. Ayer la situación fue más negativa, dado que el helicóptero no llegó a salir de su base aérea para tratar de hallar a Zerain y su compañero de cordada, el argentino Galván.

Las malas noticias no se acaban ahí, ya que los partes meteorológicos no anuncian grandes cambios hasta el domingo, para cuando se espera buen tiempo, con cielos despejados, por lo que de ser así, el aparato volador podría retomar las tareas de búsqueda, que corren a cargo del ejército de Pakistán, responsable de todos los vehículos aéreos que sobrevuelan su espacio aéreo, restringido a cualquier máquina no militar. Por eso la búsqueda aérea depende exclusivamente del ejército pakistaní.

El experto en alpinismo y periodista Sebastián Álvaro, coordinador de rescates cuando se le requiere debido a sus antecedentes en los mismos y dados sus conocimientos, está tratando de ayudar a las familias de los desaparecidos en la medida de lo posible. De hecho, hoy tendrá una reunión con el embajador de Pakistán en España para “rogarle que hagan todo lo posible para acometer las labores de búsqueda”. “Lo ideal es que el helicóptero sobrevuele el recorrido que hicieron Alberto y Mariano hasta el último punto emitido por la radio baliza. Esto en España se haría sin grandes problemas, pero allí parece más complicado. Es diferente porque allí no hay cultura de rescate. El fundamento de las personas que realizan los rescates en Pakistán es estar allí por la guerra que desde 1947 se produce por Cachemira con India. Esa zona disputada está próxima al Nanga Parbat, por eso el ejército está allí, para cubrir exclusivamente las necesidades de una guerra”, explica Álvaro.

capacitados para el rescate A su juicio, los recursos para las labores de búsqueda, tanto a nivel humano como de infraestructura, son óptimos. “Los pilotos pakistaníes generalmente son muy buenos y tienen aparatos de último modelo para rescates de montaña. Por ese lado, si tienen predisposición, podrán sobrevolar la zona. Otra cosa es que se pongan cosas o intereses de por medio que no sabemos o que nunca llegaremos a saber. Si nos ponemos en su lugar y aunque a nosotros nos parezca fuerte, porque en España al valor de una vida le damos una importancia, puede que tratar de salvar la vida de dos escaladores occidentales, para esa gente que anda a tiros, sea toda una extravagancia. Pero a pesar de todo, considero que es gente muy capacitada para acometer el rescate. De haber algún problema, el problema sería de aptitud, no de actitud con quien te toque como rescatador, y eso son cosas que no sabemos ni seguramente sabremos nunca”, explica consternado.

Los días juegan en contra de la expedición de Zerain, como admite Álvaro, a pesar de que está bien equipada en cuanto a material y comida: “Los datos son desalentadores; la situación pinta mal precisamente por la falta de noticias, pero soy optimista porque sé lo fuerte que es Alberto. Sé que si hay alguna posibilidad, la aprovechará. Es mi esperanza”.

Respecto a la operación de rescate, Álvaro se muestra cauto. Los partes meteorológicos anuncian una ligera mejoría para mañana, si bien, Álvaro es prudente y, por ahora, según las previsiones, el primer día que se reconoce como completamente apto para poder reanudar la búsqueda es el domingo. “Ojalá puedan volar el sábado, cuando habrá una ligera mejoría, pero por ahora es el domingo cuando se puede decir que viene el buen tiempo”, describe el coordinador, que vive la actualidad de la mano de la familia Zerain.