vitoria - Poco menos que un milagro. Eso es lo que necesita hoy el Alavés B para poder cerrar con el broche de oro deseado la fase de ascenso a Segunda B que está disputando desde hace varias semanas. La tercera y última eliminatoria le emparejó con el Ontinyent y, desgraciadamente, en el encuentro de ida disputado hace siete días la suerte fue esquiva con el combinado de Aitor Orueta. De esta manera, el filial albiazul regresó a casa tras encajar un doloroso 3-0 en un duelo en el que ni mucho menos fue tan inferior como refleja el marcador pero pagó muy caros sus errores de concentración. Como consecuencia de ese grave tropiezo, ahora está obligado a la machada.
Algo a lo que ni mucho menos renuncia. Por ello afronta la cita de hoy en Ibaia (11.30 horas) con la intención de dejarse hasta el último aliento en la búsqueda de la remontada que le permita competir la próxima campaña en Segunda B. Un propósito para el que no podrá contar con la ayuda de su delantero Andrei Lupu, que sufrió un fuerte esguince de rodilla el fin de semana pasado y tendrá que ver el decisivo encuentro vestido de corto.
Teniendo en cuenta el pequeño aforo de Ibaia, se recomienda a los interesados en ver el choque en directo acudir con tiempo.