PRAGA - La guipuzcoana Maialen Chourraut (Lasarte-Oria, 1983) sigue cincelando su nombre en la historia del piragüismo. La vigente campeona olímpica se ha colgado en Praga la medalla de oro en la Copa del Mundo de Eslalon, en la modalidad de K1, donde combinó talento y fortaleza para brillar con un tiempo de 104,68 segundos, sin penalizaciones.
Chourraut fue capaz de alzarse vencedora gracias a que su recorrido en la final fue impecable, no solo rápido, sino también limpio, sin penalizaciones. Porque de haberlas tenido, con solamente una, el triunfo hubiera caído del lado de la británica Kimberley Wodds, que detuvo el crono con un tiempo 24 centésimas superior al de la piragüista guipuzcoana y también sin sanciones de tiempo. Este no fue el caso de la alemana Ricarda Funk, que fue la participante que menos tardó en completar el trayecto. Paró el reloj con un registro de 104,06. Si bien, recibió una penalización de 4 segundos que le hicieron descender hasta la tercera plaza de la clasificación.
Cabe decir que no fue un camino de rosas para la piragüista del Atlético San Sebastian, dado que en la primera ronda cayó eliminada y necesitó la repesca para proseguir su camino hacia el oro. “Es increíble, no puedo creer haber empezado la temporada (de la Copa del Mundo) así. Praga es una prueba muy difícil para mí. Nunca había hecho semifinales. Además es un año difícil para mí, he tenido problemas este año”, dijo.
Esta presea se suma a una fructífera temporada, en la que, tras obtener la medalla de oro olímpica, en el Europeo por equipos de K1 celebrado en junio en Eslovenia, en el que Chourraut, junto a la donostiarra Irati Goikoetxea y la catalana Marta Martínez, alcanzó el metal de plata. En el plano individual no consiguió destacar y terminó en la sexta posición. Ahora la piragüista lasartearra avista el gran objetivo de 2017, su concurso en el Mundial que se celebrará el próximo septiembre en la francesa Pau. - E. O.