Vitoria - Después de largos meses de esfuerzo continuado, la llegada de los play off provoca una vuelta de tuerca a la exigencia para todos los equipos y dibuja un nuevo y dramático escenario en el que los errores se pagan con las vacaciones anticipadas. Sin solución de continuidad se suceden las batallas a vida o muerte en las que el más mínimo despiste equivale a recibir graves heridas. Si se repite, acaban siendo mortales de necesidad. Bajo esta dimensión han transcurrido los dos duelos ya disputados de la semifinal que enfrenta a Baskonia y Valencia. En el primero de ellos la escuadra taronja sorprendió en el Buesa Arena para recuperar el factor campo y en el segundo los de Sito Alonso reaccionaron con seguridad para situar las tablas en el marcador global. Con este equilibrio provisional se traslada la serie a la ciudad del Turia y la expedición azulgrana afronta el viaje con un objetivo grabado a fuego, devolver la moneda a su adversario.
O, lo que es lo mismo, conseguir como mínimo un triunfo a domicilio que garantice que la serie termine decidiéndose en un hipotético quinto capítulo en el pabellón de Zurbano. Aunque, evidentemente, nadie renuncia de entrada a una meta todavía más ambiciosa y el cuadro alavés hará todo lo posible por sumar cuanto antes los dos triunfos que le llevarían a su primera final desde 2010 evitándose la incertidumbre que siempre conlleva tener que apurar el cruce hasta el último partido.
Dominador Algo que desde luego no será en absoluto sencillo pero para lo que el combinado de Sito Alonso se encuentra perfectamente capacitado. Porque lo cierto es que aunque en estos momentos cada uno de los contendientes presente una victoria en su casillero durante la gran mayoría de la eliminatoria ha sidoel Baskonia quien ha llevado la iniciativa tanto en el juego como en el marcador.
Únicamente los errores cometidos en los minutos finales del primer choque han privado al conjunto vitoriano de poder disfrutar en estos instantes de un 2-0 que sin duda le permitiría afrontar con mucha más tranquilidad el compromiso de esta tarde. Pensar en ello es ya, en cualquier caso, perder el tiempo por lo que el Baskonia necesita centrarse en lo que depende de sí mismo, que es ofrecer sobre el parqué su mejor versión.
Porque si algo ha quedado meriadianamente demostrado hasta el momento es que si la maquinaria azulgrana no funciona a su máximo potencial corre serio peligro de pagarlo con otra derrota. Dentro de esa mejor versión se ha ganado un hueco por derecho propio el último en llegar al Buesa Arena. Después de unas primeras comparecencias testimoniales, el arranque de la semifinal ha servido para que Ricky Ledo comience a mostrar buena parte de su potencial. Sus puntos y su trabajo fueron decisivos en la victoria del jueves y de que sea capaz de prolongar ese buen nivel dependerán en gran medida también esta tarde las opciones vitorianas.
Por parte del Valencia, la principal incógnita reside en saber cuál es el estado de Guillem Vives. Apenas han pasado cuarenta y ocho horas desde el esguince de tobillo que se produjo en el Buesa y su presencia sobre el parqué se antoja complicada, lo que sería una mala noticia para su equipo.