parís - El tenista Feliciano López salió vencedor del duelo entre componentes de la Armada que le midió a David Ferrer, que se decidió tras cinco sets (7-5, 3-6, 7-5, 4-6, 6-4), y se clasificó para la tercera ronda de Roland Garros, segundo Grand Slam de la temporada, mientras que Nicolás Almagro dejó una de las imágenes de ayer al abandonar entre lágrimas su partido con el argentino Juan Martín del Potro, y Fernando Verdasco avanzó tras superar cinco sets ante Pierre-Hugues Herbert.
Feliciando López y Ferrer vivieron un encuentro muy disputado en la pista 3 donde los aficionados disfrutaron durante casi cuatro horas del tenis de los jugadores, que terminó del lado del zurdo, que ahora buscará 13 años después ante el croata Marin Cilic igualar su mejor resultado en el grande parisino. López se tomó la revancha de lo sucedido en Roma donde la victoria cayó del lado del alicantino, pero el decimonoveno enfrentamiento entre ambos fue para el toledano, más fresco en el quinto y definitivo set, para llevarse un encuentro con múltiples opciones para ambos.
En total se produjeron 43 opciones de rotura, 19 para Ferrer y 24 para Feliciano, y ambos cerraron el choque con una gran cantidad de errores no forzados (58 por 68). El de Jávea, finalista en París en 2013, logró igualar en dos ocasiones los sets de ventaja de Feli, que se llevó el primero y el tercero por su buen hacer en los compases decisivos. Esas remontadas obligaron más a un Ferrer que en su primera ronda ante el estadounidense Daniel Youg había estado cuatro horas y media en pista. Sin frescura en las piernas, sus golpes perdieron precisión y claudicó con su servicio después de haber roto cuando López sacaba para ganar el partido y desperdiciar un 40-15 de ventaja.
Junto a Ferrer también se despidió Nicolás Almagro, que dejó la imagen del día en su partido ante el argentino Juan Martín del Potro, frente al que tuvo que abandonar después de lesionarse al inicio del tercer parcial.
el calvario de las lesiones Como en Roma ante Rafa Nadal, el murciano no pudo aguantar el dolor en su rodilla izquierda y quedó tendido en la tierra batida llorando desconsoladamente por el infortunio. Del Potro, que sabe lo que es el calvario de las lesiones, cruzó la cancha y estuvo con él dándolo su apoyo y ánimo mientras los espectadores despedían al español con una calurosa ovación. Hasta el momento de la lesión, el partido estaba igualado. Del Potro se había impuesto en la primera por 6-3 sacando el máximo partido a una temprana rotura y su fortaleza al servicio, pero Almagro había replicado con idéntico resultado en la segunda desplegando su mejor tenis (14 ganadores). La jornada para la Armada terminó con la sonrisa de un Verdasco que aguantó cinco sets de intercambio (6-3, 3-6, 4-6, 6-3, 6-3) ante el francés Pierre-Hugues Herbert. - Efe