“Esta expedición es especial porque puede ser el fin de un camino”, señala Mikel Renteria, cabeza visible de la fundación Walk On Proyect. El alma máter de la entidad se refiere a la octava estación de la iniciativa WOPeak, que vuelve a reclutar a los afamados alpinistas Alberto Iñurrategi, Juan Vallejo y Mikel Zabalza en busca del último escalón de la serie iniciada en el Gorbeia. Y es que, el proyecto del ente comenzó en 2010 y espera terminarlo con la conquista en cadena del Gasherbrum I (8.068 metros) y el II (8.035 metros). Dice Renteria que “permaneceremos en el mundo del montañismo y, por supuesto, en el del deporte”. La aventura de los tres montañeros vascos será el epílogo de WOPeak y el final de una era, pero también el inicio de otra.

La cordada formada por Iñurrategi, Vallejo y Zabalza ya trató de sumar las dos cumbres situadas en el Glaciar Baltoro el curso pasado, pero las condiciones climatológicas y unas nevadas perpetuas lo evitaron. “Era la última etapa del proyecto, así que decidimos que había que volver a intentarlo”, desgranan desde la fundación. El final en el GI y el GII venía precedido de siete retos anteriores desbrozados en seis cursos de intentos. El Gorbeia llegó en 2010 y después se encadenaron fases de mil en mil metros de altura: la Mesa de los Tres Reyes (2.428 metros), el Taillón (3.144), el volcán chileno Copacollo (4.835), el Nido de Cóndores (5.570) y el Aconcagua (6.690). WOP tiró de los tres escaladores para las dos últimas citas, las más exigentes: el Chamlang (7.319) y el ochomil que está en camino. Asimismo, el trío abrió una nueva vía en la Torre Sur del Paiju Peak, que llamaron 2T en honor de Jon, hijo de Mikel y Mentxu Mendieta, que tiene una enfermedad neurodegenerativa grave y por el que crearon la entidad.

El reto que cierra el programa WOPeak continúa con el carácter ambicioso y social del trío de montañeros que lo protagoniza. El plan que maneja el bloque consiste en unir el Gasherbrum I y II siguiendo la línea más alta de las montañas, ascendiendo por rutas que se alejan del tránsito habitual y sin descender al Campo Base. Todo ello, regado por el estilo alpino que siempre caracteriza las aventuras de Iñurrategi, Vallejo y Zabalza. “El año pasado fuimos con varias ideas, pero no lo tuvimos claro desde el inicio. Este curso tenemos los objetivos definidos. Volvemos a la carga. Para mí se trata de una prueba al límite de mis condiciones y por eso es emocionante”, concreta el montañero navarro.

Por su parte, el gasteiztarra traza la hoja de ruta: “Partiremos hacia el Karakórum el 6 de junio y estaremos alrededor de diez días haciendo el trekking de aproximación al Campo Base, porque es uno de los más largos de la zona”. Añade Vallejo que “tardaremos en aclimatarnos alrededor de tres o cuatro semanas”. La cuestión de la adaptación se torna capital, dado que el intento será de “un tirón”. “A mediados de julio podremos empezar a pensar en cumbre. La idea es ir con tiempo para que haya margen para dos ataques. Esperamos traer la cima a casa a primeros de agosto”, agrega el alavés.

El equipo desbroza que la primera parte de la ruta es “técnicamente fácil, pero peligrosa”, debido a las grietas. Después, tratarán de tomar la ruta Messner-Habeler al GI y dirigirse al GII por la vía Kukuczka-Kurticka que une los dos techos. “El inconveniente es que nos obliga a bajar hasta los 7.700 y perder desnivel”, definen. Por la ruta de La Banana acometerán el descenso.

El experimentado Alberto Iñurrategi, asimismo, cuenta que “en el terreno veremos las posibilidades que tenemos”. “Se trata de una expedición que tiene mucho recorrido en altura y obliga a tener una gran aclimatación, que es clave, y fortaleza física. Es emocionante por el grado de incertidumbre que llevamos”, recita el guipuzcoano.

De hecho, los tres alpinistas hacen hincapié en que el “misterio” que puede envolver el intento de ascenso por dos rutas por las que no suelen haber demasiado tráfico de montañeros es una “motivación” extra para acometer el último reto WOPeak. “En caso de no conseguirlo, WOP volverá”, finaliza Renteria.

Retos deportivos y alpinismo Cuestionado sobre el hito de Kilian Jornet la pasada semana, que ascendió dos veces de un tirón el Everest en 26 y 17 horas, respectivamente, Iñurrategi afirma que “esta es otra historia. Hay que diferenciar el alpinismo del reto deportivo. Kilian es un extraterrestre”.

El reto. Iñurrategi, Vallejo y Zabalza tratarán de coronar el Gasherbrum I (8.068 metros) y el Gasherbrum II (8.035) de modo consecutivo, siguiendo la línea más alta de las montañas, ascendiendo por rutas que se alejan del tránsito habitual y sin descender al Campo Base.

Las fechas. La expedición parte el 6 de junio hacia el Karakórum. Tardarán diez días en llegar al Campo Base y alrededor de tres o cuatro semanas en aclimatarse. Podrían coronar a finales de julio.