París - Las primeras rondas de los Grand Slams siempre son traicioneras porque cuesta arrancar y ponerse en situación, pero Garbiñe Muguruza y Rafa Nadal, en medio de un calor que ha sorprendido a todo el mundo en París, sacaron adelante su debut en Roland Garros sin complicaciones ante sendos duros rivales y avanzaron a segunda ronda dejando buenas sensaciones.
La defensora del título derrotó en el duelo de campeonas a Francesca Schiavone por 6-2 y 6-4 después de una hora y media de juego en el que Muguruza salió como un vendaval para colocarse con 6-2 y 2-0 a favor. Pero el carácter luchador de la veterana italiana, que jugaba por última vez en el torneo que ganó en 2010, le llevó a sumar tres juegos seguidos y crear cierta inquietud a la vasco-venezolana, que salió del apuro con autoridad y sigue sin perder un set en Roland Garros desde el primero que cedió en la edición del año pasado en el partido de debut.
“Lo que hice el año pasado ya no sirve para ahora. No puedo salir como un flan, tengo que tratar de mantener la compostura y la seguridad”, comentó Garbiñe Muguruza tras una victoria que la dejó satisfecha porque “en los momentos en que Francesca ha apretado, he sabido mantener la calma para dar la vuelta a la situación”. “Sinceramente daba igual contra quién jugase, lo importante era ganar mi propia batalla, ver cómo me sentiría”, resumió la de Caracas, que tendrá delante en segunda ronda a la estonia Anett Kontaveit, una jugadora agresiva y que ha hecho una buena temporada de tierra y, de hecho, ya derrotó a Muguruza a finales de abril en Stuttgart.
Por su parte, Rafa Nadal no se anduvo con rodeos ante el inestable Benoit Paire y venció por 6-1, 6-4 y 6-1 en menos de dos horas. El de Manacor sacó a pasear su derecha para dejar sin opciones al tenista galo, que deja golpes geniales, pero carece de consistencia para combatir a un jugador que llega decidido a apuntarse su décimo Roland Garros y que ahora se medirá al holandés Robin Haase, otro jugador con más toque que pegada.
“Estoy contento, he hecho un partido completo, bueno, aunque siempre hay algo que mejorar. Pero estoy contento para ser una primera ronda”, explicó Nadal que citó su servicio como esas cosas a mejorar. “Creo que no ha ido bien del todo”, reconoció. El jugador balear, que conoce Roland Garros como la palma de su mano, también destacó el fuerte calor “que hace que la bola vaya más rápido y aumenten los errores. Pero supongo que en algún momento remitirá porque nunca hemos tenido tanto calor aquí”.
Ayer también debutó Novak Djokovic, que defiende título tras unos meses fuera del tono que le llevó a dominar el circuito con mano firme. El serbio tampoco hizo concesiones y venció a Marcel Granollers por 6-2, 6-4 y 6-3 en un partido más disputado de lo que indica el marcador. Nole estuvo firme en los momentos decisivos y ahí hizo la diferencia con el catalán. Ahora el de Belgrado se medirá al portugués Joao Sousa, que eliminó a su amigo Janko Tipsarevic.
agónico ferrer En el resto de la jornada, destacó el triunfo de David Ferrer ante el estadounidense Donald Young después de cinco sets y cuatro horas y media de juego, el partido más largo que ha jugado el alicantino en un Grand Slam. A la espera de hoy se estrenen Andy Murray y Stan Wawrinka, otros cabezas de serie destacados como Milos Raonic, Marin Cilic y David Goffin también vencieron en tres sets sin apuros. Cayó, sin embargo, el estadounidense Jack Sock, que llegaba con algunas expectativas a Roland Garros.
Feliciano López y Roberto Bautista superaron sus primeros compromisos mientras Fernando Verdasco vio interrumpido su duelo ante Alexander Zverev por falta de luz cuando iba empatado a un set.
Entre las mujeres, Karolina Pliskova, una de las principales favoritas, superó a la china Shuai Zheng. También avanzaron la danesa Caroline Wozniacki y Kiki Mladenovic, aunque la francesa, que iba por la parte del cuadro de Muguruza con ambición, acusa problemas en la espalda que estuvieron cerca de llevarle a la retirada. Por su parte, perdieron Coco Vandeweghe y Daria Gavrilova, dos de las mejores del año, que comprobaron de nuevo que Roland Garros es diferente.