Ha sido un partido muy completo de Oinatz, muy bueno ante un gran rival como es Irribarria, que por algo llegaba al frontón Bizkaia como el campeón del Manomanista más joven de la historia. La verdad es que con esta diferencia de pegada creo que es imposible jugar más de lo que lo ha hecho Oinatz. Su partido ha sido inmejorable. Ha sabido jugar las cosas que desestabilizaban un poco a Irribarria, que pese a todo ha tenido la txapela a tiro, porque todo se ha decidido en los pequeños detalles. Sabíamos que ciertos recursos fuera de lo normal teníamos que utilizarlos en momentos adecuados y las decisiones se han tomado bien. Oinatz ha tenido unas defensas increíbles y luego ha sabido terminar el tanto con maestría. Todos los que vivimos un poco de cerca la pelota sabemos lo complicado que resulta sacar un partido como el que ha hecho Oinatz, con un despliegue físico y mental muy grandes, siempre atento para frenar la pegada de Irribarria. Ha sabido sujetar la final, ha sabido estar, enredarle, jugarle a los pies? No hay que olvidar la capacidad que ha tenido el nuevo campeón para engancharse al choque cuando peor lo estaba pasando. Hemos tomado decisiones en un momento crítico, porque podía decantarse la final del lado colorado, pero Oinatz ha aguantado el tipo. Hemos conseguido remontar un poco, meternos en el partido. Se ha dado todo bien y estamos muy contentos. Se nota que Oinatz sale a la cancha a disfrutar, puede que los resultados le ayuden a confiar más en él y esperamos estirar la racha todo lo posible, porque esto es inmejorable. Una txapela muy merecida y muy perseguida por el flamante txapeldun.