Bilbao - Axier Arteaga (Lasarte-Oria, 1996) debutó el 4 de enero del curso pasado y ha necesitado un año para asentarse en profesionales. En los últimos meses está rayando a gran nivel y llama a la puerta de partidos importantes.
¿Cómo afronta la final del Manomanista de hoy en Iruñea -17.00 horas- ante Bakaikoa?
-Sobre todo, con mucha ilusión. Este año me están saliendo las cosas bien. Los resultados me están ayudando. Esta txapela es la más importante y, además, está el premio de jugar en Primera el año que viene.
Muchos le dan el papel de favorito. ¿Presión?
-No. Yo no me veo favorito. En la semifinal ya se vio todo lo que juega Bakaikoa, que venció a Gorka. Jugó mejor que yo en semifinales.
En los últimos meses ha ganado la txapela del Parejas de Segunda, suma veinte triunfos en 27 partidos y además está entrando en los planes de Asegarce para ejercer con los estelaristas.
-Me encuentro muy bien. Cuando uno disfruta en la cancha, los resultados le acompañan. Es mi caso. Este curso no he pasado problemas de manos y creo que llego bien. Las sensaciones de la semana, aun así, hay que demostrarlas en el partido.
¿Es su mejor momento de juego desde que pasó a profesionales?
-Sin duda alguna. Tanto por juego como por resultados. Las sensaciones que tengo en la cancha son mejores que las del año pasado. Entonces, jugaba más tensionado, porque quería demostrar mucho en muy poco tiempo. Ahora, estoy tranquilo y me siento mejor.
¿Necesitaba partidos?
-Más que partidos, creo que necesitaba tiempo y coger confianza en mí mismo Soy un pelotari que se mete mucha presión y eso no me deja disfrutar. Si uno se mete esa presión, hace las cosas deprisa, corriendo y mal. Ahí vienen los errores.
¿Considera que su principal mejoría ha sido mental?
-Sin duda alguna. Del año pasado hasta ahora no he cambiado el planning de los entrenamientos físicos y técnicos, pero sí que he ganado confianza. El año pasado tenía demasiado respecto a los rivales.
Bakaikoa es duro.
-Es un luchador, tiene gran defensa y está en un momento dulce. Tengo que tener mucha paciencia.