estamos en tiempo de especular. Unos piensan que para la próxima temporada sólo va a subir el Gipuzkoa Basket y van a bajar Betis y Manresa. Otros, que el Betis seguirá en ACB por la vía administrativa, que el Manresa desciende y que el único que asciende es el Gipuzkoa Basket. El dictamen de la Justicia Ordinaria eliminando el canon por ascenso hace que los equipos implicados en esta ardua pelea se froten los ojos, y en cambio, los implicados en el descenso busquen hacer una lectura diferente de la situación. Para ellos, la orden de eliminación del canon no es de inmediato cumplimiento. Pero yo tengo mis dudas. Todo esto empezó en el 2015 con la denuncia por parte del Tizona Burgos. La ACB está en contra de esta medida. Para ello, ha recurrido con el objetivo de darse más tiempo y por lo tanto mantener en vigor el canon hasta una nueva resolución judicial. En los últimos años muy pocos equipos han descendido administrativamente. Muy pocos han pagado el canon. Que yo recuerde el Tenerife y el Andorra. ¿Qué hará el equipo andorrano si ahora hay equipos que ascienden sin pagar el canon? Pues pedir que le devuelvan lo suyo. Por supuesto. ¿Y los que no pudieron subir en su día por el canon? Pues reclamar una indemnización o que se les haga un hueco entre los mejores equipos del país. Por supuesto. En ese impasse, ¿qué tipo de plantilla debe empezar a formar el Betis o el Manresa? ¿Tienen potestad para cerrar fichajes de cara a la temporada que viene sin saber dónde van a estar? ¿Es más rentable para estos clubes que han perdido la plaza deportiva seguir en ACB o en la LEB Oro? Mientras tanto, Barça, Madrid, Baskonia y Unicaja quieren reducir el número de equipos. El cisma está montado.

el baskonia, favorito En cuanto a los equipos que no se suelen preocupar por estos temas a la vista de que sus objetivos son otros bien distintos, decir que el Baskonia a través de una carambola ha sido capaz de conseguir un segundo puesto que con la derrota ante el Unicaja nadie pensaba que llegaría. Eso le abre de par a par la posibilidad de llegar muy lejos en los play off, ya que el equipo de Sito se suele comportar bien jugando como local. El cansancio acumulado de Larkin, las lesiones de Budinger y Rafa Luz o la incógnita en el rendimiento del recién incorporado Ricky Ledo son las únicas dudas que se le pueden presuponer al equipo vitoriano. Su primer escollo es el Herbalife, un equipo con jugadores veteranos que saben marcar los tiempos de juego que más les conviene para sacar el máximo rendimiento. Particularmente, es un conjunto que me gusta su manera de interpretar el juego y que todavía tiene muchos de los mecanismos que trabajaba en la época de Aito García Reneses. Ellos ya han hecho los deberes esta temporada. Campeones de la Supercopa, se metieron entre los ocho mejores para jugar la Copa del Rey, en la Eurocup dieron una imagen correcta y también van a disputar los play off por el título. Por lo tanto, van a jugar sin la presión de tener que hacer un buen resultado para salvar la temporada. El Baskonia, como favorito que es y jugando en casa, tiene la obligación de jugar las semifinales.

En el resto de cruces también deberían de ser favoritos los equipos que tienen el factor cancha a favor, pero es que sus rivales no son moco de pavo. Por un lado, el Iberostar está haciendo la mejor campaña de su historia y es una amenaza para un Unicaja que también se encuentra en estado de gracia. El campeón de la Eurocup contra el campeón de la Basketball Champions League. Casi nada. Otro es el Barcelona ante uno de sus archienemigos, el Valencia. La historia más cercana del Valencia contra el dominio abrumador de otras épocas del Barcelona. Y por último el Real Madrid-Andorra, en principio el emparejamiento más desigual. Pero si nos agarramos al precedente de la Copa del Rey, donde el Andorra tuvo en sus manos dar la sorpresa, podemos pensar que el billete a semifinales de los blancos no será un paseo de rosas. Estamos ya ante el sprint final de la temporada. Los equipos llegan justos de fuerzas pero cargados de ilusión por levantar un trofeo que aliviaría y compensaría todo el trabajo de todo el año.