BARCELONA. Al cuarto de hora de haberse iniciado la sesión matinal de ensayos, el coche del español se detuvo después de que solo hubiese dado una vuelta y tuvo que ser retirado por una grúa. Mientras era levantado, el monoplaza desprendía líquido, muy probablemente del que refrigera el motor.
Alonso regresó en una moto al garaje y la sesión se puso nuevamente en marcha. Se desconoce aún si habrá cambio de motor y si este estará a punto para la sesión de la tarde.
El piloto asturiano viene de un gran premio, el de Rusia, en el que la mala suerte volvió a cebarse con él, ya que el día de la carrera ni siquiera pudo poner su coche en la parrilla para salir a competir.
De las cuatro carreras disputadas este año, Alonso no ha acabado ninguna. En el GP de España que se correrá este fin de semana en el Circuit de Barcelona-Catalunya, tenía la esperanza de, como mínimo, finalizar la prueba, aunque hace unos días incluso llegó a hablar de entrar entre los diez primeros.