Enhorabuena, otro ascenso.

-Sí, tengo esa suerte. Dentro de mi trayectoria hay momentos malos como en todo pero también los hay buenos y satisfactorios como lo es el subir de categoría.

¿Qué balance realiza de la temporada?

-Asumimos mucha responsabilidad porque desde el principio nos planteamos que el equipo tenía que estar en Tercera, sobre todo porque había varios juveniles que terminaban y, si no, se iban a marchar. No nos escondimos en ningún momento, a los jugadores les dije desde un principio que nuestro objetivo era el ascenso y que si no lo lográbamos iba a ser malo para lo que yo creo que tiene que ser la filosofía de este club, que es ir, poco a poco, cogiendo a los futbolistas que terminan su etapa de juvenil.

¿Llevar esa responsabilidad de claro candidato al ascenso ha sido lo más complicado?

-En momentos puntuales el no engañar a la gente y decirles que hay un objetivo claro puede meter presión pero también depende de la filosofía de cada cual. Yo creo, y además se lo dije a cada uno cuando hablé con ellos para que continuasen, que nuestro objetivo debía ser el ascenso. Y puede que sí nos haya pesado. Sobre todo después de las vacaciones de Navidad tuvimos ahí un mes que nos costó volver a arrancar. Quizás el primer empate después de nueve ganados, una serie de partidos que no conseguimos sacar los tres puntos, la derrota en el primero de la segunda vuelta contra el Zuia... Eso hizo dudar un poquito al equipo pero se habló todo en la caseta, fuimos claros los unos con los otros y al final logramos volver a enderezar la nave y llevarla a buen puerto.

Fue un inicio de 2017 un poco complicado.

-Se dieron una serie de circunstancias que se juntaron. Veníamos del descanso navideño, quizás planteamos una carga de entrenamiento excesiva, había gente que trabajaba y entrenaba y tenía que adaptarse... Hubo un replanteamiento y eso hizo posible que volviéramos a coger rumbo.

Y a partir de ahí como un tiro.

-Sí, quitando el empate contra el Salvatierra la verdad es que el equipo ha estado muy bien, como prácticamente toda la temporada. Salvo seis partidos (cinco empates y una derrota) todo lo demás son victorias. Hemos tenido quizás el hándicap de que hemos necesitado hacer muchas ocasiones para marcar gol pero bueno, yo siempre les decía que no se preocuparan que lo importante era crearlas y sobre todo ser fuertes en defensa y ponerle muy difícil al contrario marcarnos.

Y a la primera oportunidad, el ascenso en el bolsillo. Mejor imposible ¿no?

-Sí, sobre todo además porque eso va a permitir compensar a gente que ha puesto interés en los entrenamientos y por diferentes motivos no ha podido jugar mucho. Muchas veces el fútbol es injusto porque dependiendo de la posición en la que juegues igual actúas más que otro mereciéndolo menos. A mí me gusta compensar a todo el que pone interés y esfuerzo y las dos jornadas que faltan van a ser para eso.

¿Cómo está de salud el fútbol alavés no profesional?

-La verdad es que yo soy pesimista. Soy pesimista porque en mi anterior etapa estaban Aurrera, Alavés B y Amurrio en Segunda B y ahora están Alavés B, Amurrio y Vitoria en Tercera con nosotros que volveremos el año que viene gracias a este ascenso. Y si vas a un partido del Vitoria o del Alavés B te encuentras con muy poquitos chavales de Álava. Yo creo que eso se ha perdido un poco. En cambio recuerdo que el Aurrera que disputó el play off de ascenso a Segunda tenía el 90% de la plantilla de aquí y pienso que tendríamos que ir a eso. Y para ello se necesitan una serie de cambios que no se están dando.

¿Por dónde tendrían que ir esos cambios?

-Esto es una opinión mía y está claro que no tengo una varita mágica pero creo que se tendrían que hacer más competitivas todas las categorías. Ahora mismo hay mucha diferencia entre el primero y el sexto, por ejemplo. A bote pronto se me ocurre que habría que hacer una División de Honor, una Preferente y una Primera Regional. Y si la gente dice que no hay equipos, se puede competir a doble vuelta. Por otro lado a los chavales que terminan en juveniles habría que buscarles algún aliciente porque yo veo a mucha gente en el fútbol recreativo. Algo tendremos que hacer porque no podemos estar a gusto con lo que hay cuando lo que estamos haciendo es a todas luces -o yo por lo menos lo veo así- muy poco competitivo.

¿Mirando al futuro, el objetivo del Aurrera es asentarse en Tercera?

-Para nosotros tiene que ser fundamental recoger todo lo que podamos del fútbol alavés. Para eso, sin eliminar a los veteranos, tenemos que intentar captar a los mejores juveniles de tu club o de otros. Porque no pueden irse con 20-21 años al fútbol recreativo, que está para otra cosa.

¿Seguirá el año que viene en el banquillo?

-No lo sé. Para mí no ha sido fácil este año primero porque era un reestreno después de mucho tiempo sin estar en un banquillo. La edad te hace ser más calmado a la hora de tomar las decisiones. Tendría que cambiar cosas que no sé si en estos momentos estoy dispuesto a cambiar dentro de lo que es mi filosofía de fútbol. Entonces no lo sé. Me voy a dar un tiempo, quedan dos semanas de competición en las que veré pros, contras y cositas que he estado viendo a lo largo de la temporada que no me han gustado... No ha sido fácil, nos han puesto piedras a lo largo del camino y hay que sopesar todo. Yo tengo una idea clara y si no la puedo llevar a efecto es mejor que venga otro con otras ideas que igual son más razonables que las mías.