El debate sobre la presencia de las azafatas durante la entrega de premios en la carreras deportivas prendió a principios de año en Australia. El Tour Down Under entendió que los ganadores no necesitaban el agasajo en forma de besos de las azafatas del podio. El Gobierno del Sur de Australia decidió suprimir la presencia de las azafatas, al considerar que iba en contra de la lucha por la normalización de la presencia de las mujeres en los eventos deportivos. “El Gobierno está pagando por las chicas en estos eventos, al mismo tiempo que estamos invirtiendo dinero en programas de salud mental para ayudar a las mujeres jóvenes que tienen problemas de imagen corporal”, explicó entonces el ministro de Deportes del Sur de Australia, Leon Bignell, cuando tomó la decisión de prescindir de las azafatas en un evento de motor celebrado en Australia. Esa línea de actuación se ha trasladado al ciclismo. Para Bignell, la presencia de las mujeres no puede estar unida a una imagen denigrante. “Lo que en realidad queremos es inspirar a las chicas y a las mujeres jóvenes que van a las pruebas de motor para que se conviertan en conductoras de coches, en mecánicas o ingenieras”, apuntó Bignell durante la Clipsal 500, una prueba de motor que el pasado año tachó a las mujeres que acompañaban la espera de los pilotos en la parrilla.

disparidad de criterios El modelo australiano se trasladó sin dilación a la Challenge de Mallorca y también a la Vuelta al País Vasco, entre otras carreras disputadas en el Estado español. Los organizadores optaron entonces por eliminar a las azafatas de los podios al entender que su presencia denigraba a las mujeres. Abierto el debate, -las posiciones son dispares en el pelotón-, las organizaciones se reservan el derecho de contar con azafatas o no en los podios de sus carreras. De hecho, en el pasado Tour de los Alpes, la web de la prueba dispuso de un casting para que las mujeres pudieran convertirse en azafatas de podio. Por su parte, las tres grandes carreras : Giro de Italia, Tour de Francia y Vuelta a España anunciaron en su momento que en sus pruebas no alterarían la tradición en la entrega de trofeos y que las azafatas seguirían desarrollando su trabajo como hasta ahora. Ayer, en la primera etapa del Giro de Italia con final en Olbia, las azafatas de la carrera italiana acompañaron en el podio a los ganadores de distintas clasificaciones. En Italia sí hubo besos rosas.