madrid - El fútbol volvió a vivir el pasado domingo un nuevo y bochornoso episodio, con una multitudinaria pelea que enfrentó a radicales del equipo visitante con algunos futbolistas que estaban en el banquillo y familiares de jugadores del equipo local. Ocurrió en el transcurso del partido entre dos equipos madrileños del San Fernando y el Alcalá de Henares, del grupo VII de la Tercera División.

Los incidentes se desencadenaron cuando el San Fernando marcó el gol de la victoria (2-1) en el tiempo añadido y a consecuencia de un penalti. Al término del encuentro, con los jugadores retirándose a vestuarios, se pasó de los insultos y provocaciones a la agresión sobre un futbolista del San Fernando que no estaba en la convocatoria. Tras esa primera agresión, una quincena de radicales del Alcalá saltó la valla que separa la grada del campo y, aunque jugadores de ambos equipos intentaron poner calma en una situación descontrolada, los incidentes se prolongaron hasta llegar a la boca de vestuarios.

El Alcalá se jugaba clasificarse para los playoffs de ascenso y con este resultado prácticamente se queda fuera, ya que está a cuatro puntos con seis por jugarse, mientras que el San Fernando evita cualquier problema con el descenso.

El RSD Alcalá emitió ayer un comunicado en el que condena “los acontecimientos violentos” que se produjeron tras terminar el partido contra el CD San Fernando, en que fueron “identificados entre los participantes algunos aficionados” del club una vez producidas “las debidas identificaciones llevadas a cabo por la Policía tras los lamentables acontecimientos”, señala la nota. - DNA