La irregularidad ha sido un potro de tortura para Danel Elezkano y José Javier Zabaleta durante todo el Parejas. El vizcaino y el de Etxarren se han montado en una montaña rusa que les ha colocado en el filo de la navaja en todas y cada una de las distintas fase de la competición. En cuartos de final, a los de Aspe les costó encontrar su primer triunfo, que llegó en Urretxu por la lesión de Iñaki Artola, y, después de una lesión en el tobillo del zaratamoztarra, no terminaron de compactar el binomio. Los problemas crecieron entonces, pero jamás perdieron pie con el grupo de arriba. Sobre todo, porque, en los momentos en los que tenían el duelo de cara y el guardaespaldas de Sakana mandaba, los tanteos conseguidos fueron escandalosos.
Ese, el de las grandes tardes, era el nivel esperado, pero que no terminó por cuajar. Tampoco en la primera jornada de las semifinales, en la que el navarro acusó el traqueteo y los nervios. “Me puse nervioso. Está claro que el sábado ante Aimar y Álvaro tengo que salir con otra mentalidad”, manifestó el pegador de Etxarren en la elección de material para el decisivo duelo de hoy en el Labrit de Iruñea (16.45 horas). La cita es a cara o cruz.
El vizcaino, por su parte, estuvo óptimo para el descorche de las semifinales ante Irribarria-Rezusta, pero la falta de oportunidades y dominio se tradujo en vaivenes en muchas partes de la contienda. Vendido, solo sacó partido a su remate cuando remaba a contracorriente en el luminoso. Dice Elezkano que “quizás dimos muchas facilidades a los adversarios”, pero saca una visión positiva de la derrota: “A mitad de encuentro les hicimos pasar un mal rato. Tenemos que quedarnos con eso e intentar regalar lo menos posible. Si hacemos nuestro partido y damos esa versión, sí que tenemos opciones de vencer”. Ese es el camino que traza la brújula de Danel, titular por primera vez en el Parejas.
El guion que establece el vizcaino es el tradicional: mandar y rematar. No hay misterios. “Tenemos que intentar hacer nuestro juego: que José Javier domine atrás y yo tengo que tratar de terminar adelante. Si intento alargar el golpe, no conseguiré nada, porque no soy un pegador”, concreta Elezkano II, quien apunta a mantener su propia esencia, a la honestidad. Danel, bisturí en el remate, descarnado en los instantes clave, quiere abrocharse a sus entrañas para retorcer la contienda ante Olaizola II-Untoria. “Iré sin miedo al remate, porque es mi juego. No puedo ir a saltar a Aimar, porque, si voy a eso, no creo que vaya a tener opciones”, argumenta. Más todavía frente a un adversario de la talla del goizuetarra. Cuenta el zaratamoztarra que “para tener opciones de vencerle hay que hacer todo bien durante todo el choque y, aun así, no siempre se le gana. Para mí, es un premio jugar contra pelotaris de este nivel”.
Los precedentes no son excesivamente halagüeños para el dueto de Aspe. Elezkano II-Zabaleta perdió los dos partidos de la liguilla de cuartos de final del Parejas ante el navarro y el riojano. El primero se les escapó en el frontón de Zierbena como arena entre los dedos (22-19) y el segundo, en el Bizkaia de Bilbao, acabó con un triunfo más claro para los de Asegarce, redivivos tras una mala racha.
De todos modos, los de Aspe ya fueron verdugos de sus contrincantes de hoy en la final de la feria Aste Nagusia de Bilbao, la primera que disputaba Danel Elezkano con Aspe, por 15-22. El zaguero de Etxarren mandó con puño de hierro y el vizcaino expuso su catálogo de remates ante la parroquia bilbaina. El zaratamoztarra terminó siendo coronado como mejor pelotari del torneo.