Monachil (Granada) - Lucas Eguibar no tiene límites. El donostiarra se proclamó subcampeón del mundo de boardercross de snowboard en los Mundiales de Sierra Nevada y presentó su candidatura a medalla en los Juegos Olímpicos de PyeongChang que se celebran el año que viene. El francés Pierre Vaultier, oro olímpico de la disciplina, arrasó. Nacido hace 29 años en Briançon y ganador de la última general de la Copa del Mundo de la disciplina, Vaultier se exhibió en la estación que corona el Pico Veleta, sin dar opción a sus rivales, dominando de principio a fin todas las rondas, desde la de octavos hasta la final. Eguibar, casi siete años más joven que él, que hace dos también ganó el Globo de Cristal, fue el mejor de entre los terrenales en la nieve andaluza.
Eguibar ya había mostrado en la calificación del pasado viernes que el único capaz de seguirle el ritmo al soldado francés -que ganó el oro olímpico en Sochi hace tres años, solo dos meses después de rasgarse el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha- era él. En una disciplina en la que los contendientes se enfrentan de seis en seis en un circuito con saltos, módulos y curvas peraltadas. Una pista en la que ayer refrendó, tras relegar al tercer puesto a otro ilustre de la modalidad, el australiano Alex Pullin, que en los Juegos de Corea del Sur no se conformará con el séptimo puesto que logró en Sochi, sino que irá a asaltar el podio.
Luki, que hace un mes cumplió 23 años, no se arruga. Con molestias lumbares que le obligaron a renunciar hace una semana a la prueba de la Copa del Mundo de La Molina se puso las pilas para llegar lo mejor posible a la carrera que tenía marcada con una cruz. Después de caerse en el entrenamiento matinal, golpeándose una cadera, Eguibar pasó tercero la primera ronda, por detrás del alemán Martin Noerl y del italiano Omar Visintin (actual líder de la Copa del Mundo). No corrieron igual suerte los otros dos integrantes de la selección española, el cántabro Laro Herrero y el andaluz Regino Hernández (este tras dos caídas), que quedaron eliminados en la primera bajada.
Lucas sacó carácter y ganó la manga de cuartos, por delante de Visintin, que caería en semifinales, en el mismo bracket que el bravo deportista cantábrico, que entró tercero en la final, al acabar la ronda de semifinales por detrás del australiano Adam Lambert y del estadounidense Nick Baumgartner.
Por la parte alta del cuadro, y a pesar de negarlo en zona de meta tras la carrera, Vaultier llegó a la final sin despeinarse, en la esta vez algo menos calurosa estación andaluza. El galo tampoco tuvo problemas para irse a las primeras de cambio en la final. En la que Eguibar apretó para intentar cazarlo, por lo que cometió pequeños fallos que le invitaron a asegurar el segundo puesto que por detrás ansiaba Pullin. Vaultier -que en Feldberg (Alemania) venció después de batir a Eguibar solo vía foto finish- ganó la ronda decisiva fumándose un puro, de nuevo. Pero el donostiarra fue vitoreado como un héroe en línea de meta. Instantes después de que la estadounidense Lindsey Jacobellis había revalidado el título logrado hace dos años en Kreischberg (Austria), al vencer por delante de la francesa Chloe Trespeuch y de la italiana Michela Moili.
Luki, con dos victorias y otros seis podios en Copa del Mundo, había indicado horas antes de la carrera que ganar un oro mundial ante su familia y sus amigos -que se hicieron notar de forma sonora en la grada del Sulayr Snowpark de la estación granadina- “sería un sueño”. No pescó oro, pero la plata le supo a lo mismo. En una final en la que Baumgartner se tuvo que conformar con la medalla de chocolate, al acabar por delante del neozelandés Duncan Campbell y del australiano Adam Lambert, quinto y sexto.
Y Lucas no pudo evitar llorar de la emoción en la zona de llegada, abrazado a su madre, Graciela; a su hermana, Sara; y sobre todo, a su hermano, Nicolás, que hace unos años sufrió un gravísimo accidente de moto que le dejó lesiones cerebrales. Circunstancia que le sirvió de acicate a un deportista simpático y humilde para enfocar de otra manera su propia carrera deportiva. Un deportista que, según Jordi Font, primer español en una final olímpica de boardercross (la de los Juegos de Turín, en 2006), “ha madurado mucho” desde entonces.
Luki decidió hacer protagonista a su hermano mayor de un video motivacional, Gigantes Paralelos, en el que narra sus paralelas historias de superación, física y deportiva. Una cinta que ya ha sido galardonada en varios festivales de cortos deportivos y de montaña. Lucas trabaja duro y se esfuerza en buscar la gloria deportiva para honrar a un hermano que evoluciona, enfocando de forma muy positiva su situación. Ayer, en Sierra Nevada, Luki ganó la plata mundial. Y Nico fue feliz.
“estoy muy orgulloso” Eguibar se mostró exultante en declaraciones a Efe. “Siempre voy a ganar, pero sabía que una medalla iba a ser muy importante, para mí, para Sierra Nevada y para el país entero. Estoy muy orgulloso. Quiero decir que en Sierra Nevada se lo han currado mucho para organizar estos Mundiales. Así que esta medalla va por ellos, también. Y luego, sobre todo, por todos mis amigos y por mi familia, que han venido hasta aquí”, comentó Luki tras sumar la segunda medalla mundial de toda la historia del snowboard estatal, la quinta en un deporte invernal olímpico.
“Me siento orgulloso por todo el trabajo que he hecho y quiero dar las gracias a toda la gente que tengo a mi alrededor, por haber creído en mí y empujarme hasta aquí”, indicó Eguibar, que reconoció la importancia de ganar esta medalla a un año vista de los Juegos Olímpicos. “Sí, así es. Me anima muchísimo saber que estoy aquí, aunque no he hecho una temporada para estar muy orgulloso. He sabido dejar a un lado las carreras anteriores y salir a darlo todo en esta”, apuntó el flamante subcampeón mundial, que, de momento, no va a festejar esta medalla, ya que hoy aspira a ganar otro metal en la prueba por equipos, en la que competirá junto al andaluz Regino Hernández.